No le han sentado bien las vacaciones a Siemens Gamesa. En apenas 24 horas, los problemas de rentabilidad de la eólica terrestre han quedado desenmascarados después de una Junta de Accionistas y un WindEurope que parecían haber dado algo de respiro a la eólica de Zamudio. La firma -todavía vasca- ha dado salida a su promotora de renovables, ha quedado señalada desde Alemania como el principal agujero económico de Siemens Energy y se ha visto obligada a revisar sus previsiones de 2022.
El miércoles arrancó con pánico bursátil, pero no quitó para que Jochen Eickholt cerrase la jornada con unos accionistas que, por el momento, parecen haberle tomado la palabra al nuevo CEO de la compañía... o haber decidido esperar a una OPA que trocee los activos de la firma y se deshaga de la eólica terrestre en una operación que podría ser letal para Euskadi. Basta con pensar en el futuro de factorías como las de Mungia o Asteasu. De momento, seguirán funcionando, porque la cesión a la escocesa SSE de su promotora de renovables incluye que la antigua Gamesa siga suministrando durante un tiempo las turbinas para esos parques eólicos -algunos en marcha, otros en construcción y unos terceros todavía en fase de tramitación administrativa-, además de que seguirá siendo Siemens Gamesa quien se encargue del mantenimiento de esas superficies de renovables.
La situación es ciertamente complicada. Este mismo miércoles, la matriz señalaba a los problemas de rentabilidad por los que pasa la eólica de Zamudio como uno de los principales causantes de que Siemens Energy haya cerrado el primer trimestre del año con unas pérdidas operativas de 77 millones de euros. No es la primera vez que se señala de forma clara a Euskadi como fuente de las pérdidas desde Alemania: hace dos meses ya lo hizo Christian Bruch ante los accionistas de Siemens Energy. La hecatombe coge aún más relieve si se mira al dato anticipado por la filial de sus resultados: 304 millones de euros en pérdidas como resultado neto de explotación. Unas cifras que tratarán de ser tapadas con los 580 millones que pagará la escocesa SSE por la promoción de parques eólicos que tenía Gamesa, lo que supondrá, de paso, una internada más profunda de SSE, competidora de Iberdrola, en el mercado energético español.
Optimización de recursos
Ni siquiera el comienzo del fin de los problemas en la turbina 5.X parece haber servido para que la firma de Zamudio recupere vigor. La guerra en Ucrania, pese al inicial mensaje de optimismo lanzado por Eickholt, más que una oportunidad en plena reforma del mercado energético parece que puede ser otro bache más en el camino de una firma que tiene difícil repercutir ahora los costes de contratos cerrados hace dos o tres años. Aun así Siemens Gamesa ya está negociando con proveedores como ArcelorMittal los precios de las materias que se usan para producir los aerogeneradores, pero los resultados, de momento, siguen sin llegar.
Pese a que en la Junta de Accionistas Eickholt prometió mantener la plantilla sin recortar o cerrar plantas, lo cierto es que la pérdida de la promoción de renovables parece ser más un primer paso hacia la prometida "optimización de recursos" que anunció el nuevo CEO de Siemens Gamesa el mismo día en el que Bloomberg se hacía eco de la posibilidad de que Joe Kaeser, presidente del consejo de supervisión de Siemens Energy, estaba estudiando la posibilidad de separar Siemens Gamesa de la compañía cuando no directamente liquidar parcialmente activos de la eólica de Zamudio. "Se confirman los peores presagios", avisa Ángel Pérez Llamazares a los clientes de Renta 4 ante los movimientos realizados por la firma en las últimas horas.