La movilidad avanza hacia el vehículo eléctrico y sostenible. En un mercado con una demanda creciente, la infraestructura de recarga actual es “insuficiente”. En este contexto, el Clúster de Energía del País Vasco ha dinamizado Opticharger, un proyecto colaborativo que se materializa en la construcción de prototipos de nuevos cargadores inteligentes con funcionalidades avanzadas que utilizan tecnologías de monitorización óptica para medir la corriente.
El proyecto, financiado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo dentro del programa de apoyo a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras (AEI) para contribuir a la mejora de la competitividad de la industria española, contó con un presupuesto de unos 500.000 euros hasta marzo de 2022 y fue expuesto en la feria 'Go Mobility' de MUBIL, celebrada los pasados días 27 y 28 de abril en Ficoba.
El proyecto Opticharger surge de la necesidad de desarrollar “una gama de soluciones punteras” de recarga para vehículos eléctricos “a través de las tecnologías 4.0, funcionalidades avanzadas para la provisión de servicios de valor añadido a los usuarios y un sistema de medida de corriente basado en ópticos que permitirá detectar fallos, deterioro de las líneas en tiempo real y posibles riesgos de seguridad en el proceso de recarga”, explican desde el Clúster.
Para ello, ha contado con la colaboración de dos PYMEs vascas: Veltium Smart Chargers, empresa especializada en el desarrollo, fabricación y comercialización de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos y Lumiker Aplicaciones Tecnológicas, firma especializada en tecnologías de fibra óptica para su aplicación a la monitorización y obtención de medidas en tiempo real.
Nuevas soluciones
Con ello, en el Clúster advierten que este proyecto ofrece soluciones y avances a diversos problemas presentes en la recarga de vehículos eléctricos actual: habilita el servicio de recarga avanzado que permite realizar una gestión inteligente de la energía, así como la automatización del proceso de cobro y facturación sin el uso de tarjetas o aplicaciones móviles mediante la implementación de comunicaciones con el vehículo.
Por otro lado, el uso de tecnologías de fibra óptica con sensores ópticos compactos, que permitirá la “medición de forma continua y en tiempo real con gran precisión, compatibilidad con ondas electromagnéticas, resistencia al ataque químico o corrosión, reducción del mantenimiento, disminución del consumo al tratarse de elementos pasivos”, entre otras soluciones.