Confebask aguantará hasta julio la presidencia interina de Isabel Busto

La baja de Eduardo Zubiaurre ha abierto un periodo de incertidumbre en la cúpula de Confebask. La patronal vasca asegura que la decisión del presidente de apartarse temporalmente de sus funciones responde a motivos estrictamente personales vinculados a su salud, y se quiere respetar su intimidad y sobre todo no anticipar lo que puede ser la evolución de su situación personal, que marcará si el empresario de Eibar recupera el bastón de mando o no antes de que se consuma su legislatura a mediados de 2023. El plan es esperar al menos dos meses, hasta el consejo general de finales de julio, para ver si Zubiaurre puede estar en disposición de volver al cargo. Será ese mes cuando la patronal celebrará su asamblea anual, y la idea es hacer ahí un primer análisis sobre las opciones reales de que Zubiaurre regrese y explorar alternativas en caso de que la renuncia sea definitiva.

Tanto Confebask como las tres patronales territoriales vascas han cerrado filas tras conocerse que el presidente, Eduardo Zubiaurre, deja sus funciones por motivos de salud. La renuncia relámpago ha causado cierta sorpresa en las organizaciones empresariales de Bizkaia y Álava, mientras en el seno de Adegi, de donde procede el eibarrés, sí se estaba al tanto del movimiento. A partir de ahora todo son incógnitas respecto a qué ocurrirá hasta el verano de 2023, cuando Zubiaurre debía pasar el testigo a un colega vizcaino. Queda más de un año hasta entonces y lo cierto es que no hay un plan más allá de lo previsto en los estatutos, que es traspasar las funciones vinculadas al cargo al vicepresidente del territorio en cuestión, en este caso Isabel Busto, de Adegi.

¿Llega Busto para quedarse hasta el año que viene? Por ahora no hay una respuesta a la pregunta, toda vez que el primer objetivo de Confebask es preservar la figura y la salud de Zubiaurre, lastrada por la sobrecarga de trabajo, el estrés y la difícil posición de la patronal vasca respecto a la reforma laboral, por un lado encuadrada dentro de CEOE, firmante de la misma, pero con el PNV en contra. Fuentes de la patronal indican que la obsesión ahora es que la baja no afecte a las cuestiones rutinarias de la organización, como es la presencia en foros o en mesas negociadoras, a la espera de cómo evolucione la situación personal de Zubiaurre. Ni mucho menos está descartado que pueda volver, lo que ocurre es que la duración de estas cuestiones asociadas al estrés son impredecibles, se apunta.

Por eso se marca como primer punto de inflexión el consejo general previsto para la segunda mitad de julio, dentro de más de dos meses, cuando ya quizá pueda vislumbrarse con más claridad si hay opciones o no de que Zubiaurre se reincorpore. Con agosto de por medio, y siempre que la salud acompañe, el empresario guipuzcoano tendría un mes más para terminar de recuperarse para volver al trabajo en septiembre. Si ese no es el escenario habría que preparar la alternativa, que bien puede pasar por mantener en las funciones de presidencia a Busto un año más, lo que desde luego no estaba en los planes cuando la subdirectora de Zucchetti España accedió a la vicepresidencia el año pasado, o incluso por adelantar las elecciones para acortar este periodo de transición. Tras la presidencia de Roberto Larrañaga y de Eduardo Zubiaurre en 2023 toca elegir presidente de entre los candidatos propuestos por la vizcaina Cebek.