Las empresas Shell y Capital Energy suman fuerzas con el objetivo de activar proyectos en el ámbito de la energía eólica marina y, en especial, en el prometedor nicho de la eólica flotante. Ambas compañías han dado a conocer que van a complementarse para explorar posibles proyectos en este campo en España y Portugal, donde ya hay programadas varias iniciativas experimentales, algunas en Euskadi, con el objetivo de convertir la eólica flotante en una de las grandes alternativas en la transición hacia las energías limpias. Shell se suma así a una carrera en la que han entrado ya otras grandes compañías energéticas europeas como Orsted o Equinor.
El gigante británico señala que los planes en España en el ámbito de la eólica marina suponen "una gran oportunidad" de cara al desarrollo de nuevos proyectos dentro del objetivo estratégico de convertirse "en un líder energético integrado". "Estamos muy entusiasmados de colaborar con Capital Energy en el análisis de esas oportunidades”, señala la petrolera, que cuenta con dos décadas de experiencia desarrollando parques eólicos marinos en el norte de Europa. Capital Energy, por su parte, está avanzando rápido en el negocio offshore en España y cuenta con proyectos en desarrollo con una capacidad de 2.000 megavatios (MW) y aspira a liderar el mercado eólico marino español.
En concreto esta alianza pone el foco en la construcción de plataformas flotantes para la colocación de aerogeneradores, una tecnología en desarrollo pero a la que se le concede grandes expectativas. Es una solución ideal para la explotación de la energía eólica en toda la zona norte de España, donde la superficie marina alcanza gran profundidad a pocos metros de la costa y no es posible colocar aerogeneradores anclados al fondo. Es por ello que desde Euskadi se han puesto en marcha también varias iniciativas que aglutinan a un buen número de empresas del mundo offshore, como el proyecto Flow, en marcha desde 2018, o el llamado Demosath, que se está construyendo en el Puerto de Bilbao y tiene por objetivo colocar un aerogenerador flotante este mismo año en aguas de Armintza.
Iberdrola por su parte desarrolla también proyectos flotantes en Canarias y Galicia, mientras que Sener se ha hecho un hueco también con proyectos en el archipiélago canario de la mano de Bluefloat Energy.
La eólica flotante está llamada a ser una de las energías de futuro, cuenta con el amparo de las administraciones públicas y los grandes no quieren quedarse fuera de esta carrera. De ahí el acuerdo anunciado este martes entre Capital Energy y Shell, que permite al gigante petrolero tomar posiciones en un negocio con gran recorrido en España. "Estamos orgullosos de haber elegido a Shell como socio. Seguimos consolidando así nuestro proyecto offshore en el primer plano de este sector en la península ibérica", ha dicho Pablo Alcón, de Capital Energy. La firma con sede en Madrid añade que el acuerdo permitirá "suministrar energía verde y asequible e impulsar el desarrollo socioeconómico de aquellas regiones donde operemos nuestros parques eólicos".
También los gigantes Orsted, danesa y líder en eólica marina, y Equinor, noruega, van a entrar en la eólica flotante en España y tienen acuerdos similares a la dupla Shell-Capital Energy para su desarrollo con Repsol, en el caso de Orsted, y Naturgy en el caso de Equinor.