La firma guipuzcoana Korta vive un buen momento tras superar las dificultades asociadas a la crisis de suministros y anticipa un ejercicio al alza con una mejora de la facturación que podría superar el 12%, hasta rondar los 10 millones de euros. La empresa de Zumaia, fabricante de husillos a bola de acero inoxidable, vive en gran medida de la máquina herramienta, que encara un ejercicio "excepcional". La diversificación le ha llevado a consolidarse en el sector de aeronáutica y en proyectos en el ámbito aeroespacial, de forma que ambas actividades son determinantes en el crecimiento de la compañía.
Korta es una de las históricas en el ámbito de la máquina herramienta vasca, centro de la atención internacional estos días de la mano de la feria bienal que se celebra en el Bilbao Exhibition Centre (BEC). Un evento, la Bienal de Máquina Herramienta, que no pudo celebrarse hace dos años a causa del covid y que, cuatro años después, reúne de nuevo a los grandes agentes del sector. Tras una época complicada para todas las actividades económicas las ayudas a la recuperación postcovid de los gobiernos permiten a la máquina herramienta llegar a su evento clave con un buen sabor de boca.
"Es un año excepcional para la máquina herramienta", indica a 'Crónica Vasca' Martin Errasti, responsable de Desarrollo de Proyectos de Korta. Italia es un gran mercado para la firma que fundara en 1963 con sus hermanos Joxe Mari Korta, asesinado por ETA en 2000, y el país transalpino ha dedicado importantes inversiones públicas a la recuperación económica tras la pandemia, lo que está beneficiando a la máquina herramienta. Pero también en España y en Euskadi el sector ha acelerado motores gracias a los planes de estímulo de las instituciones.
Con el foco en la aeronáutica
El grupo Korta, cuyas piezas permiten convertir el movimiento giratorio en lineal, lleva años ampliando su espectro y con el foco puesto en sectores como el aeronáutico, con participación por ejemplo en los flaps del avión o en las compuertas del tren de aterrizaje. También se ha abierto paso en proyectos aeroespaciales, en los que Euskadi cada vez tiene más peso, con presencia en cohetes o satélites. Estas dos industrias, la aeronáutica y la aeroespacial, son la segunda pata del negocio junto a la máquina herramienta.
Por otro lado la firma de Zumaia ha superado los problemas de suministro de materias primas del año pasado, y de hecho se ha aprovisionado de acero para todo el próximo ejercicio por lo que pueda suceder. Aunque las acerías ya producen con normalidad (Korta importa materia prima principalmente de Italia y Alemania), los altos precios, unidos a los costes energéticos, aprietan los márgenes, explica Errasti. Con una plantilla de 80 personas, a las que se les ha aplicado la subida salarial ligada a IPC como recoge el convenio de la industria guipuzcoana, Korta tiene oficinas en Alemania y Madrid.
Inversión para llegar al espacio
Las grandes inversiones ahora están enfocadas en actualizar maquinaria, toda vez que la industria aeroespacial demanda un sistema de producción cada vez más especializado. "El tirón que está dando Euskadi en proyectos aeroespaciales ayuda, es un nicho importante", señala Errasti. Korta recorre ese camino principalmente con Sener y también con centros de investigación como Tecniker, Ideko o Tecnalia. "Los apoyos institucionales son clave para que se lleven a buen fin estos proyectos", indica.
En aeronáutica Korta participa en proyectos tanto de Defensa como de aviación civil, con empresas como Sener o CESA. Más allá de estos tres ejes, la guipuzcoana fabrica también algunas piezas para automoción y ha entrado también en el ámbito sanitario con la fabricación de parte de las camillas de uso hospitalario.