Desde comienzos de esta primavera se ha escrito mucho sobre el papel del Gobierno vasco en la operación de ITP. Pese a que la idea inicial que se barajaba era una inversión de 65 millones de euros por parte de Lakua a través del fondo Finkatuz para tener un consejero en el futuro fabricante de motores de aviación cuando pase a manos de Bain Capital, las cosas han ido cambiando mucho en los últimos meses. La negociación que antes mantenía el equipo de la consejera Tapia ha pasado a manos del consejero Azpiazu; la que iba a ser una entrada a través de Finkatuz ha pasado a llevarse a cabo de la mano del Instituto Vasco de Finanzas (IVF) y a día de hoy se ve más que complicado que Lakua acceda al accionariado de la futura ITP según fuentes cercanas a la operación consultadas por 'Crónica Vasca'.
Ese es el escenario actual, pero eso no quita para que el Ejecutivo pueda revertir la situación en lo que queda de operación. Pese a que tanto Rolls Royce como Bain Capital esperan que la compra se autorice antes del 30 de junio, el consorcio quedará pendiente de completarse. Algo que no será un problema, ya que el fondo norteamericano abrirá opciones a Indra más adelante para que acceda al accionariado de ITP, lo que abre opciones a que el Ejecutivo autonómico pueda revertir la situación en los próximos meses.
Lakua siempre ha pedido tener un consejero como garantía de que la compañía quede arraigada en Euskadi, pero sus exigencias ahora parecen demasiadas para la cantidad de dinero que aportarían a la operación. Tanto es así que fuentes conocedoras del proceso dan por descontado que el Gobierno vasco se quedará fuera de la ecuación y será exclusivamente Indra quien colmate el 15% que queda por cubrir en la operación después de que SAPA y JB Capital ya hayan comprometido un 5% y un 10% del accionariado, respectivamente. La compañía tendrá que hacer uso de las opciones que le habilite Bain posteriores al 30 de junio para entrar en ITP Aero, ya que está descartada la opción de que para esa fecha se haya conseguido cambiar la mayoría del consejo de administración.
La firma lleva meses haciendo los cambios necesarios para cambiar la mayoría, pero no ha sido posible llegar a la junta de accionistas del 23 de junio con todos los deberes hechos. La petición de SAPA -que también es accionista de Indra- para colocar a Jokin Aperribay en el consejo de administración sí que irá a la junta de accionistas, pero no parece que vaya a concitar los apoyos suficientes para salir adelante en una firma que, además, aún no tiene las suficientes acciones como para tener derecho a un consejero. Tampoco se antoja probable que la SEPI, pese a que roza ya el 28% del accionariado -controla un 25% de las acciones de Indra, cuando hace tres semanas ni siquiera había superado el 20%-, consiga llevar a la junta el tercer consejero que pretenden nombrar pese a que la Comisión de Nombramientos sí tiene constancia de esa intención de la sociedad pública. Así las cosas y salvo cambios drásticos en los próximos días, la compañía tendrá que esperar a después de junio para entrar en el consorcio de ITP Aero.