Iberdrola, a través de su filial Neoenergia, se ha adjudicado su mayor línea de red eléctrica en el mundo en la subasta celebrada este jueves, de 1.700 kilómetros, según informó la Agencia Nacional de Energía Eléctrica del país (Aneel). La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán da así "un paso de gigante" en Brasil, uno de los principales mercados de expansión para la compañía.
En concreto, Neoenergia se ha hecho con dos lotes de los 13 ofertados: uno, de 1.707 kilómetros, el proyecto de mayor extensión ofrecido en la subasta, entre los estados de Minas Gerais y São Paulo. La empresa también ganó la adjudicación en el estado de Mato Grosso do Sul, de 291 kilómetros. La inversión de estos proyectos será de 5.500 millones reales brasileños según datos del regulador (unos 1.000 millones de euros) y creará más de 11.000 puestos de trabajo durante su construcción.
“La adquisición de los activos refuerza la expansión de Neoenergia en el segmento de transmisión y consolida el compromiso de la compañía en el desarrollo del sector eléctrico del país. Tenemos un papel relevante en la ejecución del proyecto de transmisión en los últimos cinco años que nos fortalece en este mercado. Las excelentes alianzas con empresas constructoras y proveedoras nos permiten
lograr condiciones muy favorables", dice Eduardo Capelastegui, futuro CEO de Neoenergia a partir del 15 de julio de 2022.
Generación renovable
El proyecto de 1.707 kilómetros tiene como objetivo ampliar la capacidad de transmisión de la región norte de Minas Gerais, para que fluya la energía generada por fuentes renovables. Consta de tres líneas con tensión a 500 kV, además de una línea a 440 kV. También se construirá la nueva subestación New Bridge 3 de 500 kV. El plazo otorgado por el regulador para su construcción es de 60 meses desde la firma del contrato de concesión el 30 de septiembre de 2022. Este proyecto podría suponer en torno a 10.000 empleos durante la
construcción.
El segundo prevé la construcción de 291 kilómetros de líneas en nueve municipios del estado de Mato Grosso do Sul. El objetivo es la integración de las pequeñas centrales hidroeléctricas Fundãozinho, Areado y Bandeirante y la conexión de la distribución en la región de Paraíso. El plazo estimado para su finalización es de 48 meses y se esperan alrededor de 1.250 empleos durante la construcción, ha informado la eléctrica.