El esperado encuentro del lehendakari con los directivos de Mercedes Benz ya ha tenido lugar y las sensaciones son buenas. Iñigo Urkullu asegura salir "satisfecho" de esta reunión en la que ambas partes han acordado mantener "cauces de diálogo y colaboración" con el objetivo "de tratar de facilitar una colaboración que garantice las inversiones y proyectos futuros" en la planta de Vitoria. Sobre esa inversión millonaria, ha reiterado su apoyo y ha subrayado que, "si no hay una apuesta por la empresa, no hay futuro ni para la dirección ni para los trabajadores". "Nuestra apuesta es por la empresa", ha insistido el lehendakari.
Urkullu se encuentra este miércoles en Stuttgart, donde está manteniendo una jornada de trabajo con los responsables de la división de furgonetas de Mercedes-Benz, que han trasladado a la delegación del Gobierno vasco, encabezada por el Lehendakari, la visión de la electrificación de la compañía, el producto que comercializan y su distribución y marketing, así como los planes de futuro para la planta de Vitoria y el compromiso del Ejecutivo con la firma alemana. Una reunión que ha sido a puerta cerrada y en la que Mercedes Benz ha explicado sus proyectos de inversión, entre los cuales "también estaba Vitoria".
Sobre la mesa hay en juego 1.200 millones de euros que son clave tanto para la fábrica -la más grande en Euskadi con 5.000 empleos directos y 30.000 indirectos- como para la economía vasca. Desde las instituciones, llevan semanas pidiendo a ambas partes que "cedan" para conservar esa inversión vital tanto para el resurgir de la Vito eléctrica como para la puesta en marcha de la fábrica de baterías Basquevolt, de la cual Mercedes es ya el primer cliente confirmado.
Cuarta jornada de huelga en Vitoria
"Hemos acordado mantener este cauce de diálogo con el objetivo de tratar de facilitar una colaboración que garantice las inversiones y proyectos futuros. Esta colaboración está resultando positiva tanto para la compañía como para nuestro país, Euskadi", ha afirmado Iñigo Urkullu. Asegura que esta cita le hace salir "muy esperanzado". Paralelamente, en Vitoria, la factoría vive el cuarto día de huelga. Una huelga descafeinada en cuanto a apoyo sindical, ya que finalmente solo ha salido secundada con el apoyo de los sindicatos nacionalistas ELA, LAB y ESK. Precisamente ellos han cifrado en un 95% el seguimiento en talleres, cifra muy similar a la registrada en los anteriores parones que eran "históricos" y que lograban parar la producción.
Finalmente, la huelga de este miércoles no cuenta con el total respaldo del comité de empresa, después de que hace menos de 24 horas CCOO, UGT, Ekintza y PIM decidieran bajarse de la convocatoria por los avances que contrastaron en la última reunión con la dirección este martes. Una cita en la que la empresa presentaba una nueva propuesta: una subida salarial del 5%, la introducción de una nueva paga extra para los trabajadores de 750 euros que se abonarían a partir de septiembre y una subidas del 2% anual de 2023 a 2026. Para la mayoría sindical, esta oferta sonaba bien y decidían parar las protestas hasta la reunión del próximo jueves. Por su parte, ELA, LAB y ESK se mantenían firmes en su planteamiento de convocar paros para los días 6, 7 y 8 de julio.
Preguntado por las críticas de los sindicatos, que interpretan que con su viaje se está posicionando al lado de la empresa, Urkullu ha afirmado que "por supuesto" que se está "posicionando en favor de la empresa y de los trabajadores".