Aresar tiene muy avanzado el salto a la comercialización de su propio vehículo eléctrico para el ámbito urbano. Después de años de investigación y tras acumular experiencia en el sector, la empresa vizcaína quema las últimas etapas antes de comenzar a fabricar el modelo J14, un vehículo cero emisiones y adaptado a la normativa para núcleos urbanos. Ya en septiembre se presentará a través de las redes sociales un prototipo y el objetivo es poder iniciar pruebas en mayo de 2023 para comenzar a fabricar en el inicio de 2024.

La compañía vizcaína ha encontrado un nicho en el mundo de la movilidad urbana, que demanda vehículos de pequeño tamaño, ligeros y sobre todo que no contaminen. El nuevo modelo J14 está enfocado a todo tipo de servicios urbanos, como jardinería o recogida de residuos, aunque en el abanico de potenciales clientes hay también empresas de logística de cara sobre todo a la cobertura del reparto de última milla (el tramo final que recorre la mercancía antes de llegar al cliente).

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Al calor del acelerón de la movilidad sostenible, la empresa se ha volcado en los últimos cuatro años en el desarrollo de la tecnología para conseguir recientemente la propiedad industrial de su propio motor (powertrain), que se ha utilizado en una primera fase para electrificar un chasis ya existente, dando forma a un modelo previo, el Aresar R14, que ya ha circulado en modo prueba por algunas ciudades vascas.

En estos momentos el trabajo se centra en el diseño del nuevo chasis, que unido a este powertrain propio dará lugar al vehículo completo Aresar J14, 100% eléctrico y con determinados componentes fabricados a partir de materiales reciclados. "Después de estudiar el mercado, sus necesidades y a la competencia en profundidad, creemos este vehículo aportará grandes mejoras como modularidad, versatilidad, eficiencia, tamaño compacto, ergonomía, maniobrabilidad, fiabilidad, capacidad de carga y habitabilidad", expone la compañía, que presentará en sus redes sociales el proyecto el próximo 23 de septiembre, mientras que la presentación física, con prototipos que se podrán probar, será en mayo de 2023.

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Aresar abre camino así en un mercado aun por explorar en España y asegura que hay interés por parte de clientes e instituciones, tanto del ámbito local como del extranjero. La idea es anclar todo el proceso productivo en Amorebieta, en el núcleo del AIC (Automotive Intelligence Center), y contar con proveedores vascos en la medida de lo posible. "Estar anclados a Euskadi es importante porque conseguiremos dar un mejor servicio y una respuesta rápida que repercutirá directamente en los clientes, con servicio postventa y recambios en menos de 24 horas al tener 95% de las piezas que componen el vehículo en fábrica", señala la firma.

A medida que se perfila este primer vehículo completo crece la necesidad de financiación y de plantilla, de forma que Aresar irá incorporando personal a lo largo de este ejercicio y el próximo para contar, cuando arranque la producción en enero de 2024, con un equipo de unas 40 personas.