BBVA y Banco de España estudiarán el impacto de los tipos de interés sobre el consumo de los hogares

En plena subida de tipos para contener la galopante inflación -que roza ya el doble dígito en Euskadi- BBVA y el Banco de España han suscrito un convenio de colaboración para elaborar de forma conjunta un informe sobre los efectos de la política monetaria en las decisiones de consumo de los hogares. Así se ha conocido este lunes después de que se haya publicado el acuerdo en el BOE. El convenio suscrito entre el Banco de España y el banco vasco tiene como objetivo implementar un "acuerdo puntual" de colaboración entre ambas organizaciones y establecer cómo van a compartir información y conocimiento.

El banco nacional ha señalado su "especial interés" por desarrollar este estudio. Conocer en profundidad cómo se traslada la política monetaria a un punto como el consumo doméstico -cuya evolución es uno de los parámetros sobre los que más se ha especulado de cara al posible frenazo económico que puede llegar tras el verano- tiene un "especial interés" para la entidad nacional, que pretende mejorar su trabajo como miembro del Eurosistema mediante este estudio que incorporará a sus documentos de trabajo y que supondrá otra aportación más "al análisis económico y al conocimiento de la economía española y de su entorno internacional".

Para elaborar el estudio, BBVA aportará datos agregados y disociados de una muestra de sus clientes, aunque obviamente los datos se tratarán de forma anónima. La entidad, que cuenta con un centro de investigación económica que recientemente le ha restado punto y medio al crecimiento de Euskadi en 2023, también realizará gráficas informativas basadas en los datos agregados y ofrecerá información estadística sobre categorías de consumo. Datos como los de compras con tarjetas del banco ya son utilizados por el equipo que lidera Miguel Cardoso a la hora de hacer sus propios diagnósticos económicos.

El Banco de España, por su parte, será el encargado de la redacción definitiva del informe. Para ello, dispondrá de los economistas que trabajan para el supervisor nacional. El acuerdo no tendrá ningún beneficio para BBVA, sino que ambas partes correrán con los costes que le suponga a cada una la confección de este informe. El convenio tendrá una vigencia de 24 meses y contará con una comisión de seguimiento que tendrá tres representantes del Banco de España -que presidirá esa comisión- y tres por parte del banco vasco.