Iberdrola pone en marcha en Extremadura la mayor planta fotovoltaica de Europa y la instalación de este tipo más grande operada por el grupo en el mundo. El proyecto ‘Francisco Pizarro’, ubicado entre los municipios de Torrecillas de la Tiesta y Aldeacentenera (Cáceres), cuenta con 590 megavatios (MW) de potencia instalada. La planta está compuesta por cerca de 1,5 millones de módulos fotovoltaicos que generarán energía limpia suficiente para abastecer a más de 334.000 hogares y evitarán la emisión a la atmósfera de 150.000 toneladas de CO2 al año.
El proyecto, que ha supuesto una inversión superior a los 300 millones de euros, ha generado más de 1.500 puestos de trabajo en los periodos punta de su construcción, un 60% de ellos cubiertos por trabajadores locales.
Iberdrola ha garantizado la viabilidad de este proyecto con la firma de acuerdos de compraventa de energía a largo plazo (PPA, por sus siglas en inglés) con empresas líderes de distintos sectores. Así, la compañía suministrará electricidad 100% renovable procedente de esta planta a Danone, Bayer y PepsiCo para cubrir las necesidades energéticas de sus centros en España.
El grupo Iberdrola tiene una capacidad instalada de más de 19.300 MW, que alcanzará los 25.000 MW en los próximos años. Extremadura jugará un papel clave en este desarrollo. Solo en el periodo 2020-2025, la compañía habrá instalado más de 2.800 MW renovables en la región, con una inversión superior a los 1.700 millones de euros, que habrán generado en el quinquenio unos 7.400 empleos.
Aparición y protección de restos arqueológicos
Durante la ejecución del proyecto, se localizaron una veintena de aforamientos rocosos con manifestaciones de arte rupestre, fundamentalmente prehistóricos, y tres yacimientos arqueológicos datados entre la Edad Antigua y la época medieval. Durante su construcción, se protegieron estos vestigios. Por tanto, la planta fotovoltaica ‘Francisco Pizarro’ es un ejemplo de convivencia de los nuevos desarrollos renovables con el patrimonio ambiental y cultural.