Las conserveras vascas barajan paros temporales en otoño por la crisis de precios

Las conserveras vascas  lidian con unos meses "horribles" marcados por incrementos del precio del aceite de hasta un 300%, además de la inflación en otros productos como el metal, el cartón o la materia prima como lo es el pescado que envasan. Además, el temor a una posible caída de la demanda este otoño e invierno, les hace temer lo peor y barajan medidas de excepción como reducir la producción o incluso llevar a cabo parones temporales en su actividad.

La guerra de Ucrania desembocó, entre otras consecuencias, en la escasez de aceite de girasol y la inflación de su precio. La inflación terminó por extenderse al resto de mercados y consumos. Así, las conserveras, donde el aceite y el pescado son dos de los principales productos para su actividad, afrontan sobrecostes que no han podido repercutir sobre el precio de venta de sus envasados.

En plena campaña de bonito, desde Conservas Serrats, asentada en Bermeo, señalan que si bien la campaña "no va excelente como en los tres últimos años, va bien". Pero la realidad es que a pesar del aumento de la facturación, están trabajando a pérdidas. El año pasado obtuvieron una facturación de 10.3 millones de euros y este la superarán. No obstante, el incremento de los costes pone en jaque su viabilidad. En esta línea, advierten que no han subido el precio de venta "ni la mitad de lo que han subido los costes",  señala Ignacio Serrats, dueño de la conservera. Elaborar una lata de bonito les cuesta entre un 17% y un 20% más que antes. El aceite de girasol les cuesta un 300% más y el de aceite de oliva se ha incrementado en un 44%.

Desde Zumaia, en Conservas Nardín apuntan que a principios de año tuvieron que lidiar con un incremento del 250% en el precio del aceite y con problemas de suministro, lo que les "obligó a llevar a cabo una reserva preventiva". A pesar de que los precios "se han estabilizado", los sobrecostes siguen un 80% por encima de hace dos años. "Sube el cartón, la chapa de las latas, materia prima de pescado, la luz…", apunta Alberto de Ávila, gerente de la conservera, y añade que han subido entre un 7% y 10% el precio de venta de sus productos. En este contexto, explica que están "en lucha constante y a verlas venir" de cara al otoño.

elaboracion artesanal anchoas

Temor a una caída de la demanda en otoño

La inestabilidad del mercado y la recesión económica que auguran los expertos de cara a este invierno hacen que las conserveras teman lo peor ya que la crisis irá de la mano de un descenso del consumo. Ambas empresas temen este escenario. Por su parte, Conservas Serrats atajan que atisban "pequeños indicadores donde se ve una caída de la demanda".

Con los precios al alza y una posible demanda en decrecimiento, desde la conservera asentada en Bermeo, entienden que "el mercado se va a parar" este invierno. Por tanto, si bien aún no plantean tomar a cabo ninguna medida, estudian medidas de excepción como "reducir la producción o incluso cerrar durante un mes la fábrica".