Siete trabajadores han fallecido en sus puestos de trabajo en Euskadi entre junio, julio y lo que va de agosto. El último ha sido este mismo martes, un hombre de 34 años que trabajaba en una cantera del grupo Amenabar que fallecía en un accidente en la cantera Zeleta de Markina (Bizkaia) al caerle una piedra encima, según informaba la Ertzaintza. Además, el mes de julio arrancaba también con dos accidentes mortales, uno en Orio y otro en Amorebieta, y el mes de agosto cuatro, uno en construcción, el día 9 en Gipuzkoa; ese mismo día un camionero; el 17 de agosto un accidente forestal en Zeanuri y hace apenas una horas este trabajador en la cantera de Aulesti-Markina. Un verano negro que vuelve a poner el foco en la seguridad laboral a pocos días de la vuelta al trabajo en muchas compañías de Euskadi.
Poco después de conocerse la noticia de este último accidente mortal, el sindicato LAB denunciaba que en esta cantera se dan infracciones medioambientales y que "no se cumple la normativa de salud laboral". Además, aseguran que el personal "no recibe formación a pesar de tratarse de una actividad de alto riesgo". Por ello, lanzaban un llamamiento, junto a ELA, ESK, Steilas, EHNE e Hiru, para mostra el apoyo a familiares y amigos y reivindicar "que se tomen medidas de una vez por todas".
Los sindicatos exigen más labor de Inspección
De la misma manera, UGT ha vuelto a reclamar medidas en este sentido. Según los cálculos de este sindicato son ya 28 los trabajadores fallecidos en lo que va de año -35 según LAB y 17 según el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales-Osalan- y alertan del importante incremento de estos accidentes. El responsable de Salud Laboral de UGT-Euskadi, Juan Carlos Cárdenas, advierte del elevado número de accidentes mortales que en incremento. En junio un trabajador forestal moría tras caerle un pino encima. El mes de julio arrancaba con dos fallecidos, un camionero en Orio y un empleado tras caerle el cazo de una pala en Amorebieta. En lo que va de agosto son cuatro las víctimas mortales, uno en construcción, el día 9 en Errenteria; ese mismo día un camionero en Elgoibar; el 17 de agosto un accidente forestal en Zeanuri y ahora este trabajador en Markina.
Ante el incremento de accidentes de trabajo mortales, UGT reitera la exigencia a la Inspección de Trabajo para que destinen más medios, incrementen el número de inspecciones y el número de campañas de prevención. "La prevención de riesgos laborales debe de estar en el centro de la actividad laboral y las personas en el centro de todas las políticas", apuntan desde esta central sindical.
Y es que la realidad es que en Euskadi faltan inspectores de trabajo. En total, sumando inspectores y subinspectores, el departamento de Trabajo y empleo del Gobierno vasco cuenta con 54 profesionales. Esto significa que el 19,4% de las plazas que recoge la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de la Inspección están sin cubrir. En los últimos cinco años, sólo se han incrementado en cuatro las personas dedicadas a esta tarea y eso que el departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno vasco ha llegado a convocar hasta diez plazas en los últimos tres años. De hecho, para el próximo convocará otras tres más. Por ello, tal y como adelantaba 'Crónica Vasca' la intención del Ejecutivo de Urkullu es de solicitar a Sánchez la transferencia completa de esta competencia, aunque aún no está fechado en la agenda.
Los accidentes laborales siguen al alza
El departamento de Idoia Mendia lleva meses tratando de combatir estas situaciones con el envío de miles de cartas a empresas que tienen irregularidad y también lo hacía en el mes de julio para que cumplieran las medidas de prevención ante la ola de calor. Los accidentes laborales preocupan, y más cuando tienen un trágico final. Y los datos no son nada positivos. De hecho, según los últimos datos de Osalan, de cierre de abril, Euskadi había registrado hasta esa fecha 12.721 accidentes laborales con baja, lo que supone un ascenso del 5,1% respecto al primer cuatrimestre del pasado año. Esto supone que cada día se producen 106 bajas laborales por percances en el lugar de trabajo o en el camino de ida o regreso de éste.