El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha sido uno de los protagonistas en clave económica este fin de semana al posicionarse abiertamente contra el impuesto a las grandes energéticas que tiene sobre la mesa el Gobierno de Pedro Sánchez. En un artículo en El País, el guipuzcoano señala que esa tasa "no va contra los ricos", en referencia al planteamiento del Ejecutivo, sino contra "la actividad empresarial y el empleo".
El que fuera presidente del PNV señala respecto al gravamen a los beneficios extraordinarios de las energéticas (también se plantea un porcentaje sobre los beneficios de la banca) que, además de ser "cuestionable" desde el punto de vista legal, va a perjudicar a las nuevas inversiones, a la riqueza y al empleo. En ese sentido, el CEO de Repsol asegura que no tiene ningún problema con el pago de impuestos y defiende que las rentas altas paguen más para costear servicios sociales (indica en el artículo que él mismo pudo estudiar gracias a las becas públicas), pero remarca que el impuesto que plantea el Gobierno de Sánchez no va en esa dirección.
"Si ese es su discurso, les pido a los gobernantes que sean valientes, que suban el IRPF y las rentas de capital y graven al que tiene dinero", escribe en el artículo, y afirma que la recaudación extra debería ser devuelta tras una medida que se toma en base a "un discurso demagógico".
Poca "inteligencia emocional"
La portavoz del PSOE, Pilar Alegría, respondía pocas horas después recordando "los importantes réditos" que han obtenido en los últimos meses relevantes empresas energéticas y bancos españoles. "Ha llegado el momento de que una parte menor de esos beneficios se distribuyan entre el total de la ciudadanía para ser fortalecidos de esta crisis", ha señalado Alegría recordando las ayudas públicas que recibieron los bancos en 2008.
Alegría ha pedido a las grandes compañías "un esfuerzo" y "arrimar el hombro" y ha remarcado que el impuesto a las energéticas está siendo implantado en "casi la práctica totalidad de los países europeos, muchos de ellos con gobiernos conservadores".
El propio Denis Itxaso, delegado del Gobierno en Euskadi, ha asegurado que "hay que tener poca inteligencia emocional para no estar del lado de los vulnerables" en una situación de crisis como la actual, en referencia a las declaraciones realizadas por el consejero delegado de Repsol. "Una crisis de carácter energético, de materias primas, de encarecimiento de la vida y de inflación desbocada, merece también medidas extraordinarias", ha dicho en Cadena Ser Itxaso.