La vendimia en Rioja Alavesa ha llegado a su fin y contra todo pronóstico, la cosecha de este año ha superado las expectativas en lo que a calidad se refiere, teniendo en cuenta la sequía y las olas de calor de este pasado verano.



Para la directora de viticultura de Bodegas Valdemar, María José Aparicio, “no va a ser la mejor cosecha de la historia por las condiciones climáticas que ha habido durante todo el ciclo vegetativo del viñedo, pero en realidad tampoco ha sido tan mala”.



“Probablemente hayamos obtenido las mejores uvas gracianos de la historia y también ha sido un año muy bueno para las garnachas, aunque las variedades tempranas, como el tempranillo blanco, el chardonnay o el sauvignon blanc, han sido más afectadas por la falta de agua y el calor”, ha explicado.



A esos tipos de uva “el calor más bestia” con muchos días seguidos de temperaturas de 40 grados, les pilló en plena época de maduración. “Los blancos lo sufren mucho, sobre todo en cuestión de aromas, aunque están bien tanto de color como de grado”, ha matizado.



“Cada variedad tiene su punto”, ha expuesto, y cuando el año es propicio para las variedades de tempranillo no lo es para las más tardías y, en realidad, la mayor parte de nuestros viñedos en Rioja son tempranillo, que requieren “primaveras bastante lluviosas, que puedan acumular reservas en el suelo por si durante los meses de agosto y septiembre hubiese sequía”.