Iberdrola ha nombrado a Armando Martínez nuevo consejero delegado de la compañía de manera que Ignacio Sánchez Galán se queda con el cargo de presidente ejecutivo, es decir, sigue teniendo plena capacidad de decisión sobre la firma. Galán, que acaba de cumplir 72 años, fue reelegido máximo responsable de la eléctrica en 2019 para cuatro años por lo que debe renovar su mandato en la junta de accionistas del año que viene.
La decisión de desdoblar la cúpula conocida este martes engarza con las pretensiones de los inversores y va en la línea del funcionamiento de la mayor parte de grandes firmas hoy en día pero es inevitable que el ascenso de Martínez se interprete como un primer paso en la cesión del bastón de mando por parte de Galán.
Una vez dado este paso de nombrar un nuevo CEO, que la compañía ha llevado con máxima discreción incluso a nivel interno y no ha trascendido públicamente hasta que se ha notificado a la CNMV, Galán debe decidir si opta a renovar su cargo de presidente en la junta de 2023. De ser así el salmantino alargaría su trayectoria al frente de la energética vasca, que dirige desde 2006, hasta prácticamente los 77 años de edad.
La compañía dará este miércoles más detalles sobre este nombramiento junto a la valoración de los resultados trimestrales. Armando Martínez, nacido en Miranda de Ebro, era hasta ahora responsable de Negocios de Iberdrola y, además de ser el nuevo CEO, cubre la vacante en el consejo de la compañía por el cese de Francisco Martínez Córcoles, que ha puesto su puesto a disposición de la dirección para facilitar los cambios en la gobernanza de la empresa.