En un momento en el que no hay empresa que no tenga en los costes energéticos un quebradero de cabeza, Michelin tampoco escapa a esta coyuntura. Así lo reconoce el director de Michelin Vitoria, un César Moñux que asegura que es, junto a la caída de la demanda, el gran lastre de este año para la factoría.
Hemos hablado mucho de costes operativos y energéticos. ¿Cuánto ha podido crecer la factura energética de su factoría en lo que llevamos de año?
Si una factura doméstica ha pasado de ser de 50 ó 60 euros a pagar 150-160... para nosotros son millones de euros. Nosotros estamos pagando decenas de millones de euros más al año por nuestra energía. El peso de la energía en los costes de fabricación se ha multiplicado por tres en los últimos dos o tres años.
Ustedes cuentan con una planta de cogeneración en esta factoría. ¿Cómo ven opciones como recurrir al mecanismo de interrumpibilidad?
El mecanismo de interrumpibilidad te permite tener unos beneficios, pero también te supone tener que adaptarte y quedarte sin producir cuando hay otros que lo necesitan. Es un tema que hemos estudiado, pero no somos una empresa en la que es tan fácil arrancar y parar. De hecho trabajar de lunes a domingo viene por ahí: por las paradas de todas las cocciones y su puesta en marcha de nuevo. Es un tema de eficiencia energética. Nosotros tenemos una planta que no es nuestra pero está en nuestras instalaciones que genera electricidad y vapor. El vapor es para nosotros; la electricidad es para la red. El 100% de nuestra energía es verde aunque nos suponga un sobrecoste. La caldera podría producir con gasoil; nos habría sido más barato. Pero por respeto a Vitoria-Gasteiz seguimos produciendo con gas aunque nos suponga más coste.
¿El tope al gas ha sido una buena noticia para esa infraestructura?
Para la empresa que opera es una buena noticia. Nosotros compramos la electricidad en un mercado donde el tope del gas no nos ha favorecido como a los consumidores domésticos. Si te enseñara la factura de la luz, verías una línea extra por cargos normativos de millones de euros cada mes, sobre todo en meses duros como julio, agosto y septiembre, porque estamos pagando parte de esa factura que está beneficiando a otros. Es otro lastre a la competitividad
En esa transformación hacia las cero emisiones y con la presencia, a día de hoy del gas y el vapor... ¿hay hueco para el hidrógeno verde en las plantas de Michelin?
Dentro de los vehículos creo que es fundamental el hidrógeno verde. Desde luego, la electricidad hoy es un gran desafío y para mí el hidrógeno es una buena alternativa. Ahora, si el hidrógeno es una solución para nuestra fábrica... es meternos en el campo de la bola de cristal. Nosotros tendríamos que ver primero cómo somos capaces de transformar esta fábrica a una fábrica cero emisiones y pensar en la electricidad. Luego a lo mejor si nosotros somos capaces de generar electricidad, si tenemos medios para acumularlo y demás, ese sería el siguiente paso.