Con el Gobierno central todavía pendiente de aclarar su modelo tributario para las grandes energéticas y bancos mientras empresas y patronales critican sus tributos 'de solidaridad', Iberdrola también baja perfil a sus inversiones en España. La energética vasca dio a conocer este miércoles qué inversiones va a hacer de aquí a 2025 en el marco de su Capital Markets Day, celebrado en Londres. Entre las inversiones del plan estratégico pendiente de ejecutar, compuesto de 46.000 millones de euros, España 'apenas' contará con 6.000 por parte de la firma vizcaína. El peso del país en el conjunto de las inversiones de Iberdrola supone un 12,76% en esta actualización frente al 19% que representaba en 2020, lo que supone una reducción de un tercio.
Aunque a esas cifras les falta el 'pero' de cuánto se ha ejecutado de los 14.300 millones anunciados en 2020, el movimiento sí que viene a consolidar el giro que está haciendo la compañía en este ciclo estratégico, en el que se está acelerando el viraje hacia Estados Unidos y Reino Unido como mercados preferentes para Iberdrola. Ambos países ofrecen unas buenas perspectivas en el desarrollo de negocios como la eólica offshore -hacia donde están transitando todas las empresas vinculadas a este tipo de energía- frente a España, un mercado donde esas limitaciones son mayores cuando Iberdrola busca precisamente invertir cada vez más en renovables: la firma va invertir 17.000 millones en esa división y el 46% de ese dinero se va a destinar a eólica marina en Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. En total las inversiones en este sector permitirán a Iberdrola ganar 12.100 MW de potencia en renovables para sumar un total de 52.000 MW. El grupo ya cuenta con un 50% de la nueva capacidad asegurada y en torno a un 95% de la producción estará contratada para 2025.
Mientras, España ve cómo su peso se diluye en un momento en el que la relación entre la empresa y el Gobierno se ha enfriado. El presidente de Iberdrola ha sido muy duro con los tributos que pretende crear el Ejecutivo -aún pendiente de concretar si será sobre ingresos o sobre beneficios- y ha llegado a hablar de una situación de "inseguridad jurídica", que siempre es un desincentivo para las inversiones. Tanto es así que Galán ya adelantó que Iberdrola irá a los tribunales si finalmente el Gobierno impone estos tributos.
La llegada de esos impuestos, a los que el Gobierno le ha puesto la etiqueta de "prestaciones patrimoniales de naturaleza pública". Algo que no es baladí, ya que el término, equivalente a una especie de derrama en una comunidad de vecinos, hace más compleja la concertación de esos impuestos 'extra' de los que las Haciendas vascas se beneficiarían. No hay que olvidar que entidades como Iberdrola, BBVA o Petronor tributan aquí y los fiscos vascos no quieren dejar pasar esa oportunidad que llevan exigiendo desde verano.