Con la OPA en marcha, Siemens Energy ha dado a conocer este miércoles los resultados de su año fiscal 2022. Un curso "desafiante" que la compañía ha cerrado con un 15% más de pérdidas que en 2021, con 647 millones de euros frente a los 560 del año pasado. Parte de esas pérdidas están ligadas a la salida de Rusia en la que compañía dice hallarse inmersa en la salida -Zelenski no hace mucho que incluyó a la empresa en el listado de firmas que aún siguen inercambiando bienes con la República de Vladimir Putin-; si bien la matriz de Gamesa solo atribuye 200 millones al total de las pérdidas de este año fiscal.

El grueso del impacto, según la firma, se le atribuye a Gamesa. En un comunicado emitido por su matriz, el CEO de Siemens Energy, Christian Bruch, asegura que frente al buen rendimiento de sectores como el de gas y electricidad, la eólica de Zamudio "no ha cumplido las expectativas". La firma atribuye a Gamesa y su mala trayectoria un lastre al desempeño general del grupo energético que ha provocado que el Ebitda se quede por debajo de los objetivos marcados inicialmente.

Siemens Energy, sin embargo, apuesta por pasar página y mirar a un futuro donde la OPA sobre Gamesa para integrarla en Siemens Energy "ayudará a mejorar sus beneficios y desarollar todo su potencial". Esa es la principal medida dentro del programa Mistral, el responsable de otras operaciones como la venta de sus plantas vascas o el despido de un 10% de la plantilla de la eólica de Zamudio. Ahora la OPA y el nuevo equipo directivo deberían "corregir problemas".

La oferta de adquisición de la matriz alemana para los accionistas de Gamesa tiene como objetivo alcanzar una aceptación suficiente -hay de plazo hasta el 13 de diciembre- para alcanzar el 75% del accionariado de la eólica de Zamudio y sacarla de Bolsa. De alcanzarse una aceptación superior al 96,7%, la intención de la firma es emprender una compra forzosa para echar al remanente de accionistas y tener el control total de la firma.

Como ya dio a conocer Gamesa durante su presentación de resultados, el grupo energético achaca a las dificultades para poner en marcha la plataforma 5.X y retrasos en la cadena de suministro. Los malos resultados de la firma vasca han hecho que Siemens Energy haya decidido no repartir dividendos este año a los accionistas del grupo alemán.