Después de dos años complicados por la pandemia pero en pleno despegue, Eroski ha cerrado este martes una importante operación financiera. La era de Rosa María Carabel al frente de la empresa arranca con la venta de Viajes Eroski a World2meet (W2M), la división de viajes del Grupos Iberostar. Según ha dado a conocer el grupo turístico, la compra abarca al 100% de la filial de viajes de la cooperativa de Elorrio, que cuenta con más de 145 oficinas, seis departamentos comerciales de grupos y un departamento propio de contratación y unas 300 personas en plantilla. Por el momento se desconoce el precio de la adquisición, que se espera que concluya a finales del próximo mes de enero, cuando se cumplan las condiciones del acuerdo. Será entonces cuando se conozca el precio definitivo de la transacción

El acuerdo rubricado entre la cadena hotelera y el grupo de Elorrio incluye la cesión temporal de la marca de Viajes Eroski con el objetivo de facilitar la transición y la integración de Viajes Eroski en el grupo mallorquín. La operación, además, no afectará a la actividad online de Viajes Eroski y Travelair. Precisamente era el sector digital el que había acaparado el foco de desarrollo de negocio para Eroski, que había aterrizado en el sector online con fuerza a través de la marca Xplora.

La venta supone la primera gran operación de la era Carabel al frente de Eroski, que empieza con una desinversión. En el lado contrario, la compra de Viajes Eroski supone otro paso más en el plan de expansión de la división de viajes de Iberostar, que ya se había hecho con Azul Marino Viajes. El propio CEO de W2M, Gabriel Subías, ha reconocido el impulso que supone la operación para su plan estratégico. El director corporativo de Eroski, Javier Amezaga, ha asegurado, por su parte, que la operación garantizará la continuidad de los profesionales de la división turística al tiempo que ha augurado "éxito y crecimiento" al negocio de viajes tras la venta.

El precio final de la operación se dará a conocer cuando se cierre finalmente el acuerdo, pendiente de unos ajustes que no estarán completos hasta el final de la operación. El Grupo Eroski asegura en su comunicación que la operación, pese a todo, no supone un "impacto relevante" en su cifra de negocio o patrimonio.