El comité de Ibermática tira la toalla y negociará el convenio con Ayesa

Un callejón sin salida. Eso es en lo que se ha convertido la negociación del convenio en Ibermática a ojos de los sindicatos. Después de una semana de deliberación durante el puente, el comité tira la toalla en la negociación con la dirección actual y decide guardar la ropa hasta que llegue Ayesa. En un comunicado difundido internamente al que ha tenido acceso este periódico, la parte social ha decidido tirar la toalla con el actual equipo negociador.

Pese a que la opción de dar otra vuelta de tuerca con nuevas movilizaciones ha estado encima de la mesa, la inminencia de la llegada de Ayesa ha hecho que los sindicatos hayan decidido esperar a los nuevos dueños para tratar de cerrar el nuevo convenio. Algo que no se hace, según ellos, por comodidad, sino porque "pretenden que no firmemos un convenio hasta que Ayesa tome el control". El comunicado sindical carga las tintas contra la propiedad actual, a la que acusa de "hacer el paripé" y asegura que los negociadores actuales "están amortizados" tras haber provocado una "situación inaudita"

Todo apunta a que esa negociación -que en parte mantendrá a los interlocutores pero en un marco distinto- no comenzará ya hasta 2023. La firma definitiva de la compra tenía, hasta ahora, dos ventanas abiertas en la cúpula actual de la empresa: el 20 de diciembre o el 29.

Se esperaba que el 'ok' del Consejo de Ministros llegase este mismo martes -el de la CNMC está en primera fase desde octubre-, pero finalmente las referencias de los acuerdos rubricados por el Gobierno central no incluyen el pacto, de modo que todo apunta a que la autorización llegue ministerialmente el próximo martes y sea el 29 cuando se rubrique el traspaso de poderes. Un cambio que sentará un nuevo marco de negociación y en el que los sindicatos se guardan el "cartucho" de una semana de nuevas huelgas por si es necesario recibir a los dueños sevillanos con esa presión para renovar el convenio.

Sede de Ayesa en el parque tecnológico de Cartuja / Círculo de Empresarios de Cartuja

Con deberes en la mesa

Sobre la mesa negociadora de Ayesa no habrá un folio en blanco desde la parte social. El diálogo había permitido hasta ahora llegar a un entendimiento para aplicar un pacto en las cifras salariales de 2022 y 2023. En el primer año se proponía desde la dirección una subida salarial diferenciada entre quienes cobran más o menos de 27.000 euros y que comprendía una paga no consolidable -que no se fijaría en el sueldo de los empleados- de un 3% para quienes cobrasen menos y un 1% para quienes cobrasen más. En 2023 se contemplaba una subida salarial del 4% en 2023 para los trabajadores con sueldos inferiores y un 3,2% para quienes cobrasen más.

Los escollos, hasta ahora, se encontraban en la oferta salarial de 2024 y 2025, cuya negociación inicialmente se posponía hasta septiembre de 2023. En los últimos encuentros se habían dado pequeños avances pero insuficientes para los sindicatos, con la siguiente propuesta solo para 2024 y con tres alternativas

• De producirse una deflación en 2023 se negociaría de cero para la subida salarial de 2024
• Si la inflación oscilase entre el 0% y el 2%, la subida de las nóminas sería de un 1% sin más debate
• En caso de que la inflación de 2023 fuese superior al 2% se negociaría cuánto subir aunque, según los sindicatos "sin garantías de que se parta del 1%"

En 2025 el mecanismo seria similar, pero la propuesta de la dirección para el último año del nuevo convenio no llegó a cristalizar en cifras concretas. Desde entonces las negociaciones han encallado y los sindicatos han acusado a la cúpula de tener una "flagrante mala fe" en el diálogo social.

Concentración de los trabajadores de Ibermática en Vitoria / CV

Este sábado, concentración en Vitoria

El fracaso de las negociaciones, sin embargo, no quedará en agua de borrajas. El comité de Vitoria, por ejemplo, celebrará este sábado una concentración a las 12 en la plaza de la Virgen Blanca para manifestar su malestar con la coyuntura actual y "mantener el espíritu de lucha".