Después de más de dos años de conflicto que estallaron ante la opinión pública a comienzos de 2022, las batallas judiciales de Pedro Campo, el presidente de Cecobi, empiezan a encarar su final... y no en la senda que desearía el presidente de la confederación del comercio vizcaíno. La justicia de Bilbao ha declarado nula la expulsión de Luis Rodríguez, presidente de la Asociación de Comercios del Mueble de Bizkaia (AMUBI) de la patronal del comercio vizcaíno. Un acuerdo que se adoptó hace más de un año en una reunión extraordinaria de la Junta Directiva de Cecobi y que supuso el comienzo de un arduo camino de ruptura enmarañado entre varias causas judiciales.

Son varios los frentes judiciales abiertos en el seno de la organización que preside Pedro Campo: está la causa por el despido de Julián Ruiz como secretario general de Cecobi, otro juicio que debe dirimir si su candidatura para repetir como presidente de Cecobi fue legítima, todo apunta a que puede haber otro enfrentamiento judicial entre Cecobi y Amubi por el proceso electoral de la patronal del mueble vizcaíno... pero por el momento este frente parece el más cercano a resolverse después de que el juzgado de primera instancia número 2 de Bilbao haya declarado ilegal la expulsión del representante de Amubi en Cecobi.

Así lo confirma una sentencia que todavía no es firme -todo apunta a que la confederación vizcaína presentará un recurso- a la que ha tenido acceso este periódico. Una sentencia que no es la que viene a juzgar el grueso de la materia, pero sí que podría ser la que asiente unas bases y una jurisprudencia para el resto de las causas abiertas por o contra Pedro Campo. La nulidad de la expulsión del representante de Amubi podría conducir a que todos los acuerdos adoptados posteriormente por la cúpula de Cecobi hasta la salida voluntaria de la patronal del mueble fuesen nulos; incluido el cambio de estatutos realizado por la confederación del comercio de Bizkaia.

Según el documento judicial al que ha tenido acceso 'Crónica Vasca', la patronal ha tratado de presentar a la empresa del presidente de Amubi ante los tribunales como una firma directamente adscrita a Cecobi y no como realmente es a ojos de la justicia: una empresa que tiene su derecho de participación en Cecobi a partir de su presencia en Amubi. La argumentación de Cecobi ante el poder judicial no se ha sostenido: no ha habido pruebas documentales de la confederación para argumentar sus tesis -la confederación no llegó ni a aportar un registro de socios minímamente aceptable- ni testimonios imparciales a los que la jueza haya dado credibilidad -en el juicio celebrado el pasado 28 de noviembre prestó declaración uno de los miembros del comité ejecutivo de Cecobi pero no llegó ni a aportar detalles suficientes para sostener las tesis de Cecobi-.

Tanto es así, que en la propia fundamentación legal del fallo de la jueza, la justicia bilbaína llega a poner negro sobre blanco la polémica acontecida en Cecobi. A ojos de los tribunales, la expulsión del presidente de Amubi obedeció a "distintos desencuentros surgidos en el seno de la confederación" y fue "un subterfugio de la Junta Directiva de Cecobi para poner fin a la permanencia del representante de Amubi". Según el poder judicial, con los estatutos en la mano, no es "válido expulsar a una miembros de Amubi como si lo fuera de Cecobi".

El presidente de Cecobi, Pedro Campo / CEC

La confederación vizcaína se había agarrado al CNAE de la firma para tratar de expulsarla, pero ahora la justicia le echa un rapapolvo a Cecobi en este asunto. No solo porque no se ha podido probar que hubiese constancia de ello en los antiguos estatutos -que podrían volver a ser los vigentes-, sino porque esa medida es "un formalismo excesivamente riguroso". "Si lo que se quiere es velar por el buen funcionamiento de las asociaciones gremiales que integran la confederación, parece lógico acudir a la actividad real de las empresas que las integran", asegura la magistrada que ha dictado la sentencia.

El fallo, además, da derecho a Luis Rodríguez a ser readmitido en la cúpula de Cecobi, aunque no se hará porque la patronal del mueble ya cogió la puerta de la confederación vizcaína hace mucho tiempo. No obstante, esta sentencia sí que sentaría un precedente de ser firme. No solo porque sería la primera derrota de Pedro Campo y los suyos en los tribunales, sino porque dejaría en el aire la legalidad de todos los acuerdos adoptados desde septiembre de 2021 hasta el 25 de febrero de este año, fecha en la que el sector del mueble y los gimnasios abandonaron la confederación vizcaína. En todo ese tiempo se ha reforzado el poder de la junta directiva y se han renovado los estatutos de Cecobi; dos aspectos nada baladí para la gobernabilidad de Pedro Campo en un organismo clave para Bizkaia y para la propia Cebek, de la que Cecobi forma parte.

Luis Rodríguez, Pedro Campo y Julián Ruíz, juntos durante una rueda de prensa en 2019 / CECOBI

Un proceso de largo recorrido

El proceso de ruptura viene de largo y, al igual que esta sentencia, fue adelantada por este periódico. Tras meses de tensión, Amubi y la Asociación Vizcaína de Empresarios de Actividad Física (Aveaf) emprendieron caminos alejados de Cecobi a finales del pasado invierno después de que ambas entidades lograsen el aval de sus asociados. En el escrito dirigido por Amubi, los motivos argumentados eran toda una declaración de intenciones: se hablaba de unos órganos de gobierno que venían contraviniendo sus estatutos "de manera reiterada y manifiesta", se hablaba con claridad de "despidos improcedentes" y "disciplinarios en tela de juicio" y se hacía referencia a la "situación procesal" tanto de Pedro Campo como de Cecobi como entidad.

Aquel burofax remitido por el mueble vizcaíno a CECOBI también exigía que la confederación comercial deje de hacer uso de los datos de los asociados de AMUBI para domiciliar recibos por unos servicios de gestión administrativa que el presidente del mueble vizcaíno argumenta que ya no estaban usando al haber abandonado la confederación comercial vizcaína.

Junto a toda esta guerra, está la situación de Julián Ruiz. Una figura que fue la mano derecha de Campo, que durante su presidencia de la Confederación Española del Comercio (CEC) le tuvo como secretario general tanto en CECOBI como en la confederación nacional -en la CEC lo sigue siendo en el nuevo organigrama-  y al que Campo le retiró toda su confianza repentinamente para presentar una querella criminal contra Ruiz el pasado mes de octubre. Ante el juzgado de Instrucción número 9 de Bilbao, Campo acusa a Ruiz de los delitos de falsedad contable, apropiación indebida y administración desleal.