No son los primeros, pero sí un actor a tener en cuenta. Iberdrola se propone que 2023 sea su año de desembarco en la fotovoltaica flotante. Un sector emergente en el que la energética vasca ya proyecta sobre Brasil sus primeros 'pinitos'. La firma de Sánchez Galán trabaja ya en hacer posible una central fotovoltaica flotante en la presa de Xaréu, en la isla de Fernando de Noronha, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Mundial Natural. El proyecto, que trascendió en la prensa americana allá por octubre, forma parte de un acuerdo con la empresa pública responsable de la red de agua de la isla -lo que incluye un PPA- y cuenta con apoyo del propio Ejecutivo de Brasilia.
En concreto, el proyecto de Iberdrola supondrá una inversión de 10 millones de reales, el equivalente a unos 2 millones de euros. La planta piloto contará con 630 KW de potencia, generará alrededor de 1.240 MWh y dará para cubrir más del 50% del consumo energético del operador de las redes de agua y alcantarillado de la isla.
La planta contará con 940 paneles, reducirá las emisiones de CO2 en 1.660 toneladas anuales y se empezará a construir a finales de año. El aterrizaje de Iberdrola en este sector, asegura la empresa en una nota, supondrá un campo de pruebas desde el que "analizar la posible expansión" de la fotovoltaica flotante entre sus soluciones tecnológicas.
En esa isla brasileña, Iberdrola cuenta, además, con dos parques fotovoltaicos que generan 100 MWh mensuales y que cuentan con baterías para almacenar los remanentes de energía.