Última oportunidad para Microdeco, que necesita cerrar ya la entrada de un nuevo propietario para evitar el cierre después de no poder amarrar a los inversores que estos últimos meses se han interesado por el fabricante de piezas para automoción. El último, el grupo inversor PHI, llegó a recorrer toda la senda legal y burocrática para entrar en la compañía de Ermua pero se terminó echando atrás a falta de la última firma. Ahora se abre un nuevo proceso de subasta exprés, de apenas semanas, al que se han presentado ocho posibles compradores.

Microdeco es ahora mismo "un caramelo", remarcan fuentes próximas al proceso, sobre todo porque los intentos de adjudicación previos han allanado el camino. El gran obstáculo, la abultada deuda, superior a 20 millones cuando se entró en concurso en 2021, está en buena medida retirado tras el acuerdo de pago con los acreedores en el proceso anterior. Además, la marca y la reputación de Microdeco hacen que los clientes se mantengan fieles.

El problema del nuevo inversor sería precisamente llegar a tiempo para evitar que los problemas financieros lleven a interrumpir la producción y, con ello, se envíe la peor señal posible al mercado. Tras varias prórrogas el juez de lo mercantil Zigor Oyarbide no puede estirar mucho más un concurso que se alarga ya año y medio y que técnicamente ha entrado en fase de liquidación.

El tiempo se echa encima y urge dar entrada al nuevo socio ya, si es posible en estos próximos dos meses. En una labor de búsqueda exprés la administración concursal ha dado con hasta ocho inversores interesados, prueba de lo atractivo que resulta el proyecto a pesar de todo. Se trata de dos fondos de inversión, una multinacional de peso en el sector y otros grupos inversores tanto vascos como de Madrid. Un abanico de opciones interesante que alimenta de nuevo la esperanza de poder dar continuidad a un proyecto industrial clave en Ermua y los municipios de la zona pero en serio peligro de desaparición por una mezcla de errores en la gestión, excesos económicos y también mala suerte.

Exterior de las instalaciones de la empresa Microdeco ubicada en Ermua / CV

Plantas en Rumanía y México

Todo apuntaba a que la compañía iba a confirmar su despegue a finales del año pasado de la mano del grupo PHI, que llegó incluso a tener lista la documentación necesaria para formalizar la compra. Llegar a ese punto fue un proceso complejo como es normal en estos casos con deudas tan abultadas, que siempre demandan ajustes salariales y de plantilla. Con todo eso atado fue finalmente una discrepancia sobre un punto del convenio que el nuevo inversor pretendía cambiar la que acabó haciendo saltar por los aires el acuerdo. A última hora el fondo industrial retiró su oferta y ahora la selección de candidatos vuelve a empezar, aunque la nota positiva es que no se comienza de cero.

Fundada en Eibar en 1963, Microdeco cuenta con una larga trayectoria en la fabricación de piezas de pequeño tamaño y cuenta con avanzada tecnología de gran precisión. El grueso de su producción va destinada al sector de automoción, en el que el nombre de Microdeco todavía cuenta con un sitio preferente (cuenta con clientes, además de en Europa, en Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, Turquía, China, India, México y Estados Unidos).

En la década de 2000 abrió además una planta en Rumanía y cuenta también con instalaciones en México. Dos cruces en el mapa que lógicamente son gran parte del atractivo para los inversores pero que, a la vez, obligan al comité a solicitar compromisos con el mantenimiento del empleo en Euskadi.