Procedentes de Bélgica, los Delclaux llevan asentados en Euskadi desde finales del siglo XIX y su apellido, generación tras generación, está ligado a una de las fortunas más importantes del territorio por su vinculación directa con el sector empresarial y financiero, concretamente con el grupo especializado en vidrio, Vidrala, el mayor fabricante español de botellas, y también con el Banco de Bilbao.

El primer Delclaux del que se tiene constancia en Euskadi es Luis Delclaux Maque, quien vino desde Toulouse para llevar a cabo la instalación de Santa Ana de Bolueta en 1841. Fue uno de sus diez nietos, Isidoro Declaux Aróstegui (1894-1984), quien inició la senda de los negocios. Tras finalizar Ingeniería de Caminos en la Universidad de Deusto, vio truncados sus estudios de Economía en la Pittman School de Londres en 1914 por la irrupción de la Primera Guerra Mundial, por lo que regresó a Bilbao para estudiar Comercio.

Envases de vidrio de Vidrala durante su producción / CV

Los inicios de Delclaux y Cía

En 1920, Isidoro Delclaux Aróstegui participó como socio gestor en Delclaux y Cía, una sociedad formada con un capital social de un millón de pesetas que continuaría con la tradicional dedicación a la compraventa de vidrio y metales: Vidrieras de Llodio, Valca, Argón (ahora Praxair), Elorriaga Eléctrica, Delta Eléctrica, Tubos Reunidos, Petronor o Financiera Española, entre otras.

En 1934 apostó por el proyecto de Vidrierías de Llodio (luego Villosa), con un capital social de diez millones de pesetas. Comenzó siendo consejero delegado y después presidente del consejo de administración. También fue consejero de otras muchas empresas, entre ellas Campsa, Altos Hornos de Vizcaya o el Banco de Vizcaya, Tubos Forjados o CAMPSA.

Vidrala como epicentro

Otro de los nombres más destacados de la familia Delclaux es el de Álvaro Delclaux Barrenechea, fallecido en 2012. Unos años antes, en 2005, recibió el premio José Mari Korta, como reconocimiento a toda la familia Delclaux por su labor empresarial y social. En su dilatada carrera como empresario, el industrial getxotarra ocupó altos cargos en las sociedades Guardian Glass España Central Vidriera y Guardian Llodio SA. Además, presidió durante más de una década la firma Vidrala, ubicada en la localidad alavesa de Laudio-Llodio

Planta de Vidrala en Llodio. / CV

Al cumplir los 72 años, cedió el testigo a otro Delclaux, su sobrino Carlos Delclaux Zulueta, que hasta entonces ocupaba la vicepresidencia. Asimismo, tuvo participación en firmas como Viviendas de Vizcaya, Norten Prefabricados, Lonja Derio 37 Sociedad, Chimbo Inversiones Sicav, Estudios Oropesa, Postensa Mancha, Arostegui y compañía o Brunara.

Secuestro de ETA

De entre sus seis hijos, el más conocido, por desgracia, fue su hijo menor, el abogado Cosme Delclaux, quien fue secuestrado por ETA en 1996, cuando tenía 34 años. Pasó 232 días encerrado en un zulo de cuatro metros cuadrados construido por la banda terrorista en un polígono industrial de Irun. No fue liberado hasta que la familia pagó mil millones de pesetas, menos de la mitad de lo que reclamaba la banda armada, 2.500 millones de pesetas. Por no pagar todo lo exigido, les pusieron dos coches bomba en las proximidades de su domicilio familiar en Las Arenas.

Expansión de Vidrala

Fue Isidoro Delclaux Aróstegui, abuelo del actual director de Vidrala y entonces presidente de la antigua Villosa -después Vidrierías de Llodio, S. A. y ahora Guardian- quien impulsó la puesta en marcha de Vidrala tras encargar a su hijo Carlos Delclaux Oraa la construcción de una fábrica de botellas en 1965 en unos terrenos adquiridos en Laudio.

Desde entonces, Vidrala no ha parado de crecer. Sus planes de expansión en 2023 han comenzado con la compra del 29,36% de la empresa brasileña Vidroporto por 53 millones de euros, que suministra sus botellas a diversas marcas de cervezas, licores y refrescos. De esta forma, la compañía alavesa, principal proveedora de botellas para las bodegas de Rioja, trata de diversificar su mercado, concentrado principalmente en el sur de Europa, con plantas repartidas entre España, Portugal, Italia, Reino Unido e Irlanda.

Instalaciones de Vidrala en Ayala. / Vidrala

El gigante vasco de envases de vidrio, propiedad de la familia Delclaux desde 1965, está presidido desde hace dos décadas por Carlos Delclaux Zulueta y mantiene una salud férrea a pesar de que las tensiones en 2022 por el precio del gas. Vidrala cerró con un beneficio de 153 millones, un 5,8% más que el año anterior.

Apuesta por la energía y las finanzas

A través de Tekpolio, su brazo inversor, la familia Delclaux Lezama-Leguizamón, en su deseo de seguir expandiendo sus inversiones hacia otros sectores, a finales de 2021 entraba como inversor en Deale -una startup que ha desarrollado una plataforma digital de fusiones y adquisiciones en el segmento de las pymes- y cerraba una operación de 8 millones de euros para adquirir la fábrica de electrolizadores de H2B2 de Sevilla en una apuesta clara por una pieza clave para obtener el hidrógeno del agua.