Ikerlan lanza un certificado de ciberseguridad industrial con el que facturaría 2 millones en 2027

La ciberseguridad genera un volumen de negocio en torno a los mil millones de euros en todo el mundo, 300 de los cuales en Europa y 15 en España (un 12 % del total). Y a nivel nacional, destaca el papel de Euskadi, que al contar con un potente tejido empresarial en ciberseguridad, lo que hace que represente el 30 % del sector en España. 

A este ecosistema, formado por empresas proveedoras de componentes electrónicos, clientes finales que integran estos equipos, empresas de servicios de ciberseguridad, universidades y entidades de I+D y  el Basque Cybersecurity Center (BCSC), se suma Orbik Cybersecurity.

Orbik se trata de una spin-off lanzada por Ikerlan que trabajará en la expedición de certificados de ciberseguridad para las empresas del sector industrial a fin de cumplir la normativa europea que se implantará en 2025, en la que se exigirá cumplir con una serie de estándares que garanticen la seguridad digital de las empresas.

Con la creación de esta empresa, Ikerlan da un paso más en su apuesta por la ciberseguridad industrial, una de las áreas de trabajo prioritarias de Ikerlan dentro de su línea de especialización en Tecnologías de Electrónica, Información y Comunicación (TEIC).

De hecho, en los últimos tres años, la tecnológica vasca ha doblado el volumen de este área debido al crecimiento de las necesidades de las empresas, llegando a contar con un equipo de 50 personas altamente especializadas en ciberseguridad y un volumen de facturación de 4 millones de euros anuales aproximadamente.

El CEO de Orbik Cybersecurity, Salvador Trujillo, y y el director general de Ikerlan, Ion Etxeberria. / Ikerlan

“Hemos identificado una necesidad en el mercado y queremos aprovecharla con la creación de Orbik Cibersecurity, que ofrecerá a los fabricantes la posibilidad de certificar sus productos electrónicos, evaluando su robustez ante eventuales ciberataques y mejorando su protección ante estos, permitiendo ofrecer productos más ciberseguros al mercado y posicionarse de forma diferencial con respecto a su competencia, anticiparse al momento en el que las certificaciones serán obligatorias”, ha explicado el director general de Ikerlan, Ion Etxeberria.

De esta forma, Ikerlan se adelanta a los requisitos europeos, ya que hasta dentro de dos años no entrará en vigor la normativa de Cyber Resilience Act, que será de obligado cumplimiento. El CEO de Orbik Cybersecurity, Salvador Trujillo, hasta ahora responsable del área de ciberseguridad en Ikerlan, explica que la spin-off del centro tecnológico llega para “completar y reforzar el ecosistema vasco de ciberseguridad, cubriendo una necesidad tecnológica y normativa que requiere de un alto nivel de especialización”.

Con sede en el laboratorio Digilab de Arrasate-Mondragón

Orbik, la nueva spin-off del centro tecnológico vasco Ikerlan, tiene vocación internacional, ya que aspira a “consolidarse como laboratorio de evaluación de conformidad, respecto a normativas internacionales y servicios añadidos de ciberseguridad, como el análisis activo y continuo de vulnerabilidades en todo el ciclo de vida de operación de los productos industriales”, tal y como ha explicado Trujillo.

A cinco años vista, Orbik prevé alcanzar un volumen de facturación de dos millones de euros y estar presente en el mercado europeo, a través de empresas del sector eléctrico, fundamentalmente fabricantes de componentes y sistemas, y fabricantes de equipos para sectores críticos; es decir, aquellos que ofrecen servicios esenciales y que podrían ser más vulnerables ante un ciberataque. A medio plazo, este certificado prevé extenderse a empresas de bienes de equipo industriales y de transporte, máquina herramienta y productos de ciberseguridad. 

Por el momento, durante una primera fase, Orbik se ubicará en Arrasate-Mondragón, en las instalaciones del laboratorio Digilab de Ikerlan, recientemente inaugurado, y prevé contar con un equipo de veinte profesionales para 2027, generando una oportunidad de empleo de calidad en un sector de alta demanda con el objetivo de “atraer talento externo a Euskadi”.