Con el visto bueno de la administración a nivel ambiental ya bajo el brazo, Aixeindar, la sociedad promotora de parques eólicos de Iberdrola y Gobierno vasco, debe acometer ahora las modificaciones exigidas para poder empezar a construir los ocho aerogeneradores que formarán el complejo de Azazeta. Ya había advertido la Diputación de Álava de que sería necesario reubicar dos de estos molinos para reducir su impacto ambiental pero finalmente acabarán siendo tres, que pasarán a ocupar una posición más hacia el este en dirección al núcleo de Azazeta.
Pese a que se trata de una modificación relevante respecto al diseño inicial recogida en el anteproyecto del parque, desde Iberdrola se transmite máxima tranquilidad respecto a la viabilidad del mismo y se asegura que los plazos no están en peligro. Lo importante era lograr una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable, algo que tanto Azazeta como otro de los proyectos eólicos de Aixeindar que pisan suelo alavés, el de Labraza, obtuvieron en enero y, a partir de aquí se trata de seguir dando pasos para encajar todas las piezas y poder cumplir las exigencias de la DIA.
Entra dentro de lo esperado que ocurran este tipo de contratiempos en la tramitación de los permisos para construir un complejo eólico, un proceso muy largo y minucioso que explica por qué los proyectos tardan tantos años en ver la luz. En concreto está previsto que las aspas de estos aerogeneradores comiencen a girar entre finales de 2025 y comienzos de 2026, es decir, hay por delante tiempo de sobra para terminar de pulir los detalles de la instalación antes de comenzar las obras. El propio texto con los requisitos ambientales recoge un plazo de 9 meses para la construcción de los ocho aerogeneradores, si bien la subestación eléctrica vinculada a los molinos tardará algo más, en torno a un año.
Zona "especialmente sensible"
El informe señala que debe buscarse nuevo emplazamiento a los molinos AZ1, AZ2 y AZ8, mientras que los otros cinco pueden quedarse en el mismo lugar. El motivo es que la zona más occidental del perímetro definido en el anteproyecto es "especialmente sensible" a nivel ambiental, tanto por ser área de paso de aves como el alimoche y el milano real como por el deterioro que pueden causar las torres y los caminos de conexión con los aparatos sobre la flora y los pastos.
Hay que recordar que han presentado alegaciones al proyecto tanto las administraciones públicas como asociaciones conservacionistas como SEO BirdLife o Ekologistak Martxan. El ayuntamiento de Gasteiz, de hecho, aprobó en pleno una resolución para pedir la paralización del parque por su afección sobre los Montes de Vitoria con la unión de votos de EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP.
Pero el proyecto, con una potencia de 40 MW y por tanto por debajo del umbral que obliga a la entrada en escena del Gobierno central, sigue adelante. Los promotores deberán encontrar eso sí ubicación adecuada para estos tres molinos, para la que se pide un estudio previo de cara a evitar nuevos males acústicos, medioambientales o afecciones sobre los núcleos urbanos más cercanos.
Asimismo se recogen otras medidas de protección sobre la calidad del aire, el suelo, el paisaje o la fauna y la flora, así como controles en la construcción y futuro desmantelamiento del complejo y medidas compensatorias en caso de daños no previstos.