El gigante energético vasco, presidido por Ignacio Galán, continua y afianza su expansión por el mundo. Son ya 26 los países en los que la compañía está presente y 100 millones las personas a las que suministra energía. Sus principales mercados europeos están situados en Reino Unido, Portugal, Francia, Alemania, Italia o Grecia, aunque también avanza en su expansión en países como Estados Unidos, Brasil, Australia y México. En este último se cerraba esta semana una importante operación: la compra de trece plantas de generación eléctrica a Iberdrola generadoras de un total de 8.534 MW por cerca de 6.000 millones de dólares (5.500 millones de euros). 

Iberdrola, con más de 170 años de historia ha vivido en los últimos veinte una enorme transformación empresarial, apostando por las energías renovables hace más de dos décadas como un pilar fundamental sobre el que construir un “modelo de negocio limpio, fiable e inteligente”, insistía ya por aquel entonces Galán. Para realizar este cambio de rumbo, la compañía ha invertido más de 140.000 millones de euros en la transición energética para acelerar el desarrollo de las energías renovables, redes y almacenamiento, generando un impacto positivo tanto para la economía y la sociedad, como para la naturaleza.

Gracias a este cambio, Iberdrola ha conseguido alcanzar los 40.000 MW operativos a cierre de 2022 a los que se sumarán 7.675 MW que estarán operativos en los próximos cuatros años. Además, la compañía ya opera con más de 1,2 millones de kilómetros de redes, más de 4.500 subestaciones y 1,6 millones de transformadores, construidos y operados para suministrar servicio a más de 34 millones de puntos de suministro de electricidad.

34 millones de puntos de suministro para los que trabajan más de 40.000 empleados de todo el mundo -90 nacionalidades diferentes- a los que se suman otros 400.000 puestos de trabajo relacionados con la compañía directa o indirectamente. Así, la  energética vasca contribuye anualmente con más de 37.000 millones de euros al PIB mundial y realiza una contribución tributaria total, incluyendo la indirecta e inducida de más de 15.300 millones de euros.

Energías renovables Iberdrola./IBERDROLA

47.000 millones para incentivar la transición energética limpia

Con el objetivo de seguir contribuyendo a una transición energética limpia, a través del despliegue de fuentes renovables, redes y almacenamiento, la compañía presentaba esta semana su Plan estratégico para este año. Plan que contempla unas inversiones de 47.000 millones de euros para contribuir de forma decisiva a reducir la dependencia energética y al fomento del empleo. Esfuerzo, que le permitirá situar su capacidad renovable en los 52.000 MW y elevar más de un 40% sus activos de redes de distribución eléctrica -la espina dorsal de la electrificación- hasta los 56.000 millones de euros en 2025.

Además, aunque a día de hoy cuenta con unas emisiones que son una cuarta parte de la media europea, Iberdrola prevé alcanzar la neutralidad climática en Europa en 2030. Actualmente, Iberdrola ya genera el 100% de su energía con cero emisiones en países como el Reino Unido, Alemania y Portugal.

4.500 proveedores españoles

Navantia, Windar, Ingeteam o Haizea Wind… Son algunas de las empresas con las que Iberdrola colabora para desarrollar cadena de valor en el país y situar a la industria española como referente internacional. Estas empresas amplían así sus capacidades en este sector de futuro de cara a las pequeñas y medianas empresas españolas, y a su vez proveedores. En su búsqueda de aliados para impulsar el desarrollo de la industria y el sector energético, tal y como ha confirmado la compañía, ha realizado compras a más de 4.500 proveedores españoles por valor de más de 2.700 millones de euros durante 2022, una cifra que supone un crecimiento de más del 12% respecto a los 2.405 millones de 2021.

Este impulso es además más intenso en los sitios más pequeños, ya que más del 70% de la capacidad renovable total instalada de Iberdrola se encuentra en municipios de menos de 10.000 habitantes. Así, la energética persigue, al confiar más del 80% de sus compras a proveedores locales, lograr en estas localidades un efecto de fijación de población, mejorar las tasas de desempleo y aumentar la renta media bruta del municipio. Con estas cifras, se revela que la compañía contribuye anualmente con más de 37.000 millones de euros al PIB mundial y realizando una contribución tributaria total, incluyendo la indirecta e inducida de más de 15.300 millones de euros.