Luto entre los empresarios de Gipuzkoa. El exsecretario general de la patronal guipuzcoana Adegi José María Ruiz Urchegui fallecía este jueves en San Sebastián.



Ruiz Urchegui estuvo al frente de esta asociación empresarial durante más de dos décadas marcadas por la reconversión industrial y el azote incesante de la banda terrorista ETA.



El propio Urchegui fue objeto de un atentado el 20 de junio de 1996, cuando ETA colocó en los bajos de su coche una bomba que, al explotar, amputó las dos piernas a su primo y empleado de Adegi, Santiago Lezeta, quien subió al vehículo sin Urchegui, que estaba de viaje en el extranjero.



La violencia de ETA le golpeó de nuevo muy cerca tan sólo cuatro años después, cuando la organización terrorista acabó con la vida del entonces presidente de Adegi, Joxe Mari Korta, asesinado el 8 de agosto de 2000 frente a las instalaciones de su empresa en Zumaia (Gipuzkoa) al explotar un coche-bomba aparcado junto al suyo.



Ruiz Urchegui, economista de formación, condenó con vehemencia en sus distintas apariciones públicas la violencia que en forma de atentados, secuestros y extorsión sufrían los empresarios vascos.



El "hartazgo" que el mismo reconocía que sentía le llevó en 2010 a renunciar a su "escolta" en una carta que remitió al entonces consejero de Interior, Rodolfo Ares, en la que confesaba estar cansado de su "falta de libertad".



En su misiva, Ruiz Urchegui pedía a Ares que adoptara las medidas necesarias para que pueiera prescindir de estos servicios de protección "definitivamente" y bajo su "propia y total responsabilidad".



"Estoy cansado, más bien harto, de mi falta de libertad. Hoy me la tomo por mi cuenta", agregaba este empresario, que había abandonado la vida pública en 2008 tras acabar su etapa como secretario general de Adegi de forma abrupta al ser cesado de su cargo durante la presidencia de Eduardo Zubiaurre.



Ruiz Urchegui, defensor incansable de la empresa y de la "innovación" como motor de competitividad, fue sustituido en su cargo por José Miguel Ayerza, quien continúa desde entonces como número dos de la patronal de Gipuzkoa