La inteligencia artificial no es algo nuevo, pero sin duda se ha convertido en un avance tecnológico que está abriendo las puertas a infinidad de posibilidades y aplicaciones. Más allá de su utilización en el sector del ocio, todo tipo de empresas aplican de una u otra forma sistemas de IA en su modus operandi. Aprovechando la celebración de la jornada 'Suplly Chain Data Intelligence: El futuro de los ahorros y la eficiencia empieza por el Dato', organizada por la consultora LKS Next en Gran Hotel Domine, en Bilbao, charlamos con uno de sus principales ponentes, Adriano Garibotto, cofundador de Creactives, que surgió en Verona, Italia, en 2008, como consultora de costes y que a día de hoy cuenta con oficinas en España, Alemania y Francia y dispone de una de las bases de conocimiento de componentes industriales más grandes del mundo.
-Hace ya quince años que cofundó Creactives, ¿cuáles son las soluciones que ofrecen a sus clientes?
Bueno, nosotros estamos en el tema de la inteligencia artificial cuando la inteligencia artificial no estaba ni siquiera de moda. De hecho, digamos que durante mucho tiempo, la IA ha tenido diferentes nombres en el ámbito industrial. Una de sus nomenclaturas era el de ‘ontologías anotadas’, pero la verdad es que de inteligencia artificial se empezó a hablar hace más de treinta años. Lo que nosotros hemos hecho, desde el inicio, fue apostar por una declinación específica de la IA, la declinación industrial, que vaya más allá de la aplicación de juego como se está usando ahora ChatGPT, sino que tenga realmente una aplicación industrial.
Hay que destacar que inteligencias artificiales hay muchas y el proceso de adopción de la IA va a ser siempre un proceso de nicho, es decir, basada en declinaciones de la IA para tareas específicas. Y en eso estamos nosotros, en la aplicación de la inteligencia artificial en los procesos de Procurement Supply Chain. Y no nos movemos de ahí porque entendemos que tenemos una ventaja competitiva acumulada en el tiempo.
-Quizás, por cuestiones relacionadas con la protección de datos, no nos pueda revelar el nombre de sus clientes, pero, ¿qué tipología de empresas cuentan con su tecnología?
Bueno, hoy en día una cantidad significativa de las empresas más potentes del mundo usan la tecnología Creactives, o sea, hablamos de compañías extremadamente grandes, con más de 100.000 millones de euros de facturación, pero también compañías de menor calado, de 1.000 millones, pero la realidad es que una PYME tiene menos motivaciones en automatizar procesos que una compañía de gran tamaño. Independientemente del producto, puedo decir que hoy en día las mayores compañías de cerveza, cemento o petróleo del mundo son clientes nuestros.
-¿Cómo ha cambiado la tecnología en la gestión de stocks en los últimos años?
Ha cambiado sustancialmente por el hecho de que hoy por hoy con la inteligencia artificial has transformado información no estructurada, que estaba destinada a ser intercambiada entre humanos, en una información digital que puede ser intercambiada por máquinas. Esta transformación cambia todo. Hasta ahora estábamos usando sistemas que eran como máquinas de escribir, digitales, pero que seguían siendo máquinas de escribir. Y ahora, tenemos esta revolución, la de obtener una información realmente digital que sea aprovechable por máquinas que pueden hablar entre sí.
-¿Qué beneficios puede aportar la Inteligencia Artificial a las empresas del sector manufacturero?
Fundamentalmente un conocimiento intensivo de su modelo de consumo, de materiales y servicios extremadamente detallado y la posibilidad de detallar de manera mucho más eficiente los procesos de automatización del proceso de compras. Los procesos de compra se quieren automatizar más y esto depende del hecho de tener realmente un dato digital fiable que permita la implementación de sistemas expertos para toda la cadena de suministros.
-¿Existe la posibilidad de cuantificar el ahorro de costes que puede suponer la implantación de IA aplicada a la cadena de suministros y gestión de stocks?
Bueno, el tema está estrechamente conectado con el hecho del gemelo digital. Si yo tengo un gemelo digital, no lo es sólo para los aspectos técnicos, sino también para los aspectos comerciales y, por lo tanto, puede tener capacidades analíticas de entender qué me está costando o cualquier cosa que compre y automáticamente generar informes que pueden ser compartidos en el tiempo, de desarrollo de precios, etcétera. O sea, puedo automatizar procesos de conocimiento de mi modelo de consumo y de cómo este modelo va cambiando en el tiempo y cuáles son los impactos externos que lo pueden haber afectado porque tengo ese gemelo digital que genera esta posibilidad.
Si la IA no me lo propusiese, tendría que manejar el dato de manera manual, con extensivas actividades que muchas veces no se hacen porque simplemente requieren tanta inversión de tiempo, se prefiere analizar los primeros diez en una empresa, por ejemplo, en donde se gasta más dinero, pero no es así porque en realidad, como se sabe el diablo se esconde en los detalles.
-¿Cuál puede ser la contribución de la IA para mejorar el grado de madurez de las empresas en materia de sostenibilidad?
La contribución de la IA en materia de sostenibilidad puede ser enorme, porque evidentemente, la sostenibilidad se genera a través del conocimiento. Y específicamente, si hablamos de materiales, la sostenibilidad se genera a través del conocimiento profundo de todas las características de los materiales que se compran, inclusive de la huella de carbono que producen para ser producidos y transportados hasta la puerta de mi compañía donde después serán utilizados. Entonces ésa es una de sus dimensiones.
-Otra fuente de impacto gira en torno a la productividad, que precisamente es una de las grandes preocupaciones de la industria en este momento. ¿Qué impacto puede aportar la implementación de la IA en la gestión de la fabricación?
Sí. La productividad depende, principalmente, de los procesos de automatización, como siempre, pues en realidad, toda la industria se basa históricamente en el hecho de incorporar la automatización a los procesos. Empezamos por la automatización de los procesos físicos y ahora estamos en la automatización de los procesos intelectuales. Y eso es exactamente lo que un buen dato aporta. El gemelo digital de la parte física reduce la posibilidad de automatizar la parte no física, por lo que estamos en medio de una cuarta revolución industrial.
-¿Esta tecnología es aplicable a todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño? ¿Qué tipo de empresas se pueden beneficiar de ella?
Bueno, seguramente todas las compañías que son intensivas en capital. Es decir, las compañías que tienen numerosas plantas y numerosos sistemas pueden beneficiarse de estas tecnologías. Acordémonos de que estamos hablando específicamente de sistemas de inteligencia artificial para automatizar o mejorar procesos de compras. Es un nicho, pero es un nicho fundamental, porque en una empresa manufacturera o en una empresa de transformación primaria, se llega a comprar el equivalente al 30, al 40 o incluso al 50% de la facturación, o sea que la facturación es importante, pero el 50% de ese dinero puede estar destinado a comprar cosas, entonces comprar eficientemente supone la diferencia entre sobrevivir y no sobrevivir.
-En este sentido, ¿cómo puede ayudar la incorporación de la IA a la gestión de inventarios ante los problemas de disrupción de la cadena de suministro y la falta de stock en algunas plantas?
Bueno, el problema está conectado con lo que comentábamos antes. Si tú tienes un sistema de gestión de datos que no es realmente un gemelo digital, sino que has usado los sistemas como si fueran una máquina de escribir, es altamente probable que tengas una cantidad enorme de información que no se comunica y que pueda generar problemas, como ítems duplicados, lo cual tiene un reflejo físico. Un ítem duplicado en un sistema de gestión quiere decir un ítem duplicado en un inventario, lo cual significa que he empleado mal mi dinero porque tengo innecesariamente cosas en un inventario donde podría tener la mitad, por ejemplo. Todo esto está relacionado con aspectos de eficiencia financiera, pero también de incremento del impacto de la huella de carbono, porque he comprado cosas que no tenía que comprar y por lo tanto alguien las tuvo que producir y eso generó una huella de carbono añadida.
-Cuando se habla de datos y de inteligencia artificial, con independencia de su aplicación, siempre se nos viene a la cabeza el concepto de seguridad. ¿De qué forma se garantiza la ciberseguridad de los datos de una empresa?
Como cualquier otro peligro, convivimos con él y la única solución es más tecnología, no puede ser de otra manera.
-Todo esto supone una inversión, ¿pero cuánto tiempo tardan las empresas en recuperar su dinero?
Depende, evidentemente, de las dimensiones de la empresa. Pero hay que decir una cosa, que mientras que en muchísimos otros proyectos de tipo informático el retorno de la inversión es casi imposible de calcular, como una migración de ERPS, pasar de SAP ECC a SAP S/4HANA son millones, tú no sabes cuál es el retorno de eso. Puedes estimarlo, pero no hay una forma analítica de calcularlo. En cambio, cuando hablamos, por ejemplo, de optimización de inventarios, en realidad es exacta y analíticamente calculable.
Cuando yo reduzco el inventario con fórmulas típicas de la gestión, de la logística, estoy reduciendo ‘working capital’. El capital tiene un coste y puedo calcularlo. Si recupero un 30% de mi capital invertido y el coste del capital hoy día es un 6%, tengo una disminución del 1,8% de mi capital invertido, además de la liquidez que liberas. Entonces estamos hablando de datos concretos, medibles, que generan retornos de la inversión extremadamente rápidos en el orden de pocos meses.
-Conoce y ha trabajado con empresas de nuestro entorno de la mano de su ‘partner’ LKS Next. ¿En qué situación se encuentra Euskadi en este momento en cuanto a la aplicación de la inteligencia artificial para la gestión de suministros?
Sí. Es muy importante para nosotros contar con una red de ‘partners’ viables, expertos en el mercado y en proponer tecnologías que realmente marquen la diferencia en sus clientes. Entonces, la relación de confianza que LKS Next tiene con sus clientes para nosotros es fundamental para poder apoyar el crecimiento y la adopción de nuestras tecnologías.
Tenemos clientes en Euskadi y creo que el territorio vasco tiene una huella industrial de tradición que, si ha sobrevivido tantos años, es porque las empresas han sido capaces de salir al paso. Por lo tanto, quiere decir que innovar está en el ADN de las empresas vascas, porque si no, Euskadi no hubiera sobrevivido en un mundo tan competitivo.
-Si Euskadi tuviera que identificar un referente a nivel internacional, ¿en qué países tendríamos que fijarnos según su criterio?
Desde el punto de vista de las regiones económicas, seguramente en Europa, ya que el continente europeo ha sabido mantener una ventaja competitiva en algunas áreas industriales. Entre los países que siguen siendo relevantes desde el punto de vista manufacturero destacan Alemania, Italia, Francia y España, y, conjuntamente, Europa es el principal productor manufacturero del mundo, más grande que China, y lo somos porque en realidad tenemos un ecosistema innovador y la innovación nunca se ha detenido.
-Desde Creactives tenéis una gran repercusión en el sector industrial y por tanto habéis visto numerosas compañías que estén atravesando circunstancias complicadas. ¿Cuáles son los retos que afrontan las empresas desde la perspectiva de los riesgos de suministro de cara a futuro?
Bueno, seguramente el COVID y la guerra han sido cisnes negros, pues han aparecido sin ningún preaviso, demostrando que estábamos todos con la guardia baja. Y la verdad es que ha habido una toma de conciencia sobre aspectos que se habían dado por descontado, y que son aspectos que hay que construir y defender cada día: la paz, la eficiencia de las cadenas de suministro conectadas con el respeto a los derechos humanos… Todos estos aspectos se han puesto muy de moda porque hemos encontrado estos cisnes negros. Afortunadamente, la raza humana aprende de los tropiezos, como demuestran los últimos 10.000 años de nuestra historia, así que tengo confianza en que vamos a seguir seguir aprendiendo.