Datos de récord en el apartado de inversión extranjera en Euskadi en 2022. La entrada de dinero foráneo en empresas vascas se multiplicó por más de siete en los nueve primeros meses del pasado año hasta 2.300 millones de euros, rozando el máximo de 2017 (2.700 millones de euros). Dos operaciones clave condicionan en gran medida este volumen casi histórico como son la entrada formal de Bain Capital en ITP Aero y la venta de activos de Siemens Gamesa a la británica SSE Renewables.

Así, el grueso de esa inversión se concentra en estas dos millonadas que, en realidad, no dejan de reflejar que una parte muy relevante del tejido económico vasco está ya en manos extranjeras, la tan preocupante pérdida de arraigo de la que vienen advirtiendo actores como el foro empresarial Zedarriak. Claro que esto no es algo nuevo pues ITP antes era propiedad de Rolls-Royce mientras Gamesa la controla Siemens. Y todo depende de cómo se quiera ver el vaso, claro, y en ese sentido también es cierto que ambas operaciones reflejan que no faltan compradores ahí fuera interesados en hacerse con los negocios de primer nivel en Euskadi.

La venta del fabricante de motores aeronáuticos al consorcio liderado por Bain Capital se formalizó el pasado septiembre por un global de 1.600 millones de euros, de los que un 70% se corresponde con la parte del pastel que queda en manos del fondo de EEUU (para el resto están confirmados JB Capital, Sapa y el Gobierno vasco). Esa es la proporción que entra en forma de algo más de 1.000 millones a la estadística de inversión extranjera y que engorda enormemente la cifra total del pasado año.

Aerogeneradores de Siemens Gamesa./ Siemens Gamesa

Aerogeneradores de Siemens Gamesa./ Siemens Gamesa

Pero es que a eso hay que sumar algo más de 600 millones de euros que proceden de la venta de una serie de proyectos onshore de Gamesa a la firma británica SSE Renewables, operación que eso sí está acompañada de la ubicación por parte de la energética de una sede en Bilbao como centro de operaciones para el sur de Europa. Así estas dos ventas que pueden considerarse extraordinarias por su magnitud y, sobre todo en el caso de ITP, por su duración en el tiempo, son las protagonistas de buena parte de esa cifra global de inversión extranjera que recoge la estadística del ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Sin esos 1.700 millones extra el gasto total de empresas extranjeras no llegaría a 600 millones, un nivel similar al 'pobre' ejercicio 2019 y claramente por debajo de 2021. Fuentes empresariales señalan de hecho a este medio que 2022 fue un año delicado para amarrar capital extranjero para poner en marcha nuevos proyectos por la incertidumbre que recorrió prácticamente todos los meses del año a causa de la guerra, los precios energéticos y la inflación en general, lo que hizo que algunas inversiones o se aplazaran o directamente se vinieran abajo.

Euskadi captó casi tanto dinero extranjero como Cataluña /CV

Euskadi captó casi tanto dinero extranjero como Cataluña /CV

Euskadi, al nivel de Cataluña

De hecho los 2.275 millones acumulados hasta septiembre catapultan a Euskadi al tercer puesto por territorios en el ránking de inversiones casi al mismo nivel que Cataluña, muy superior en PIB y población, y casi cuadruplicando a la Comunidad Valenciana, que ocupa el cuarto puesto. Una comparativa más muestra de lo anómalo del resultado cosechado por Euskadi: el volumen de dinero extranjero que entró en empresas vascas es prácticamente lo mismo que todo el capital junto de las comunidades que quedan desde el quinto lugar en adelante.

Una cantidad que queda eso sí muy lejos de los más de 14.000 millones de euros de la Comunidad de Madrid, que lidera este apartado y abre brecha en ese sentido con el resto. Las grandes empresas siguen apostando por Madrid, es evidente, aunque queda abierto el debate sobre si la atracción tiene solo que ver con el efecto capitalidad y el tamaño o hay otras razones económicas y sociales.