Este jueves el 100% de la plantilla de la histórica fábrica de Urduliz, Mecaner, que cuenta con 144 trabajadores, ha secundado la huelga convocada después de que hace 20 días su grupo propietario Stellantis, que incluye las marcas de coches Peugeot, Citroen, Fiat, Chrysler, Opel, Jeep, Alfa Romeo y DS, anunciase de esta troquelería bizkaina.
La multinacional, que compró parte de la compañía vasca en 2021, comunicó su decisión el pasado 1 de septiembre, tras numerosos meses de “descarga de volumen de trabajo” a sus empleados y alegando, según explica Unai Mirasolain, miembro del comité de empresa por LAB, “causas productivas y económicas”. Algo que los propios trabajadores no comparten.
Y es que tanto Mecaner como la multinacional francesa acabaron 2022 con resultados positivos. En concreto, Stellantis cerró el ejercicio del año pasado con un beneficio de 16.779 millones de euros en 2022, lo que supone un incremento del 26% respecto a 2021. Por eso, recalca Mirasolain, “estamos ante un cierre más de la industria…Un problema directo que nos afecta a nosotros en concreto y a todo Euskadi en general. Solo persiguen incrementar los beneficios”.
Seis meses de incertidumbre
Bajo estas razones, el gigante francés comunicó su intención de cerrar la fábrica vasca, a través de un ERE de extinción, el pasado 1 de septiembre. Por eso, tal y como estipula la ley - se debe comunicar la decisión seis meses antes- hasta el próximo 1 de marzo de 2024 el trabajo en la nave vasca debería continuar con normalidad. “Pasados los seis meses empieza un periodo de consultas. Ahí, si la empresa quiere ejecutar esos despidos ya se empieza a dar forma”, añade el portavoz de LAB.
En este medio año los trabajadores van a intentar hacer un llamamiento a las instituciones para que les apoyen y ayuden a entablar comunicación con el grupo francés, y es que desde que comenzó este proceso se han negado a ello. “Queremos que presionen a Stellantis para que se pueda abrir una vía de comunicación con los franceses. La dirección del grupo se ha negado a ello y nuestro director directo francés también. Se limitan a decir que han cumplido con la ley”, matiza.
Fábrica histórica
Y es que el cierre de esta empresa, con origen en 1961, tendría un gran impacto económico tanto en su propio beneficio, Urduliz, como en la comarca ya que, “hay muchos vecinos de pueblos cercanos que trabajan en esta fábrica. En una empresa histórica en la comarca”.
La huelga de hoy, concluye Mirasolain, “ha sido un éxito rotundo, secundada por el 100% de la plantilla a falta del director y del responsable de Recursos Humanos. La plantilla estamos muy unida”. Aun así, este no va a ser el único movimiento, anuncia, “hay convocada una nueva manifestación el próximo 7 de octubre y esta vez, a diferencia de la de hoy que era exclusivamente para trabajadores, hacemos un llamamiento a todo aquel que nos quiera apoyar”.