El gigante Eroski encara la recta final antes de esa meta volante ya en el horizonte del 31 de julio de 2024. Vencerá en esa fecha una parte muy relevante de su deuda actual, en concreto algo más de 500 millones (el pasivo total está ya por debajo de 900 millones), y mientras tanto el grupo sigue haciendo sus deberes orientados a rentabilizar al máximo el gasto y ganar eficiencia.
En ese proceso se enmarca la venta este mismo verano de diez supermercados repartidos entre las tres provincias del País Vasco y Navarra, confirman fuentes de la compañía a este medio, instalaciones que la cooperativa seguirá explotando pero ya sin ser la propietaria de las mismas (lease-back). Un tipo de movimiento al que Eroski viene recurriendo en los últimos años como parte de su estrategia de desinversiones y que le permitirá en este caso ingresar 18,5 millones de euros. Hay que tener en cuenta que la dieta debe ser compatible ya con una progresiva expansión para la que la compañía se apoya mucho en el sistema de franquicia y que en la primera mitad de 2023 ha supuesto la apertura de 53 nuevas tiendas (49 en régimen de franquicia).
El grupo de distribución cerraba el pasado ejercicio fiscal (con fin a 31 de enero) con 64 millones de euros de beneficio, cifra que ya se ha superado en la primera mitad de este año. Según se ha dado a conocer recientemente, Eroski obtuvo hasta julio (primer semestre de 2023) casi 70 millones de euros de beneficio, un 49% más que en el primer semestre del año anterior.
Un gran resultado que la dirección de la cooperativa que encabeza Rosa Carabel atribuye al aumento de ventas, principalmente en alimentación, el núcleo central del negocio, sobre todo por la buena respuesta del cliente a las promociones y descuentos activados como compensación a la inflación. Eroski acaba de lanzar una nueva campaña de bajada de precios a 800 productos de la cesta de la compra, que incluye "todas las familias de productos necesarios" en el carro de la compra.
Emisión de bonos
Con ese 31 de julio de 2024 a la vuelta de la esquina el grupo acaba de echar el resto con la aprobación por parte de la asamblea general de una emisión de bonos como vía de financiación que en principio debe ser el espaldarazo definitivo para cumplir con la banca. "La previsión es destinar los recursos obtenidos al cumplimiento de los próximos compromisos de amortización de deuda", señalan desde los cuarteles generales de Elorrio sobre una cuestión de la que tampoco se pueden revelar grandes detalles por razones legales.
El importe que se podrá cubrir con esos bonos dependerá de la respuesta del mercado con un techo de 600 millones de euros. Más allá de 2024 quedaría un segundo plazo de vencimiento ya en 2027 de otros 200 millones de euros.
La propia Carabel insistía hace unos meses en que la situación financiera de la cooperativa está "normalizada" dando a entender que no habrá problemas para cumplir con los bancos y que se podrá gozar de estabilidad sin nuevas ventas de relieve al menos hasta ese 2027. Desde 2009 el grupo Eroski ha reducido su deuda global en torno a un 75% pasando de más de 3.000 millones a los 874 millones de cierre de este primer semestre.