Calderería Aizkorri está tocada y hundida. El Juzgado Mercantil número 1 de Donostia ha decretado el concurso de acreedores voluntario. El balance elevado a dicha instancia incluye un activo reducido a cenizas y de valor nulo. Las deudas rebasan un millón de euros. De estos sucintos datos se desprende que la ruina es absoluta y por tanto los acreedores no cobrarán un céntimo.
Fabricación de calderas
Aizkorri, constituida en 1981, radica en Legazpi. Durante más de cuarenta años se dedicó a la producción integral de calderería, desde el corte hasta el montaje y la soldadura. Sus clientes provienen de las industrias de la máquina herramienta.
Los medios productivos de Aizkorri se componían de curvadoras, plegadoras, máquinas de solar, taladros láser, cizallas y una grúa de hasta 12 toneladas.
Dirigen la compañía desde hace once años dos administradores solidarios, Mikel Guridi Iturbe y la cooperativa Aizu Gestión Técnica de Caldererías.
Galvanotecnia Atxarte
También ha suspendido pagos Galvanotecnia Atxarte, dedicada al recubrimiento de metales. Las instalaciones fabriles se encuentran en calle Amillaga, de Bergara. Ejerce de gerente Miguel Errecalde Treviño. El juzgado mercantil ha nombrado interventor concursal al despacho Avalor Asesores España.