El Departamento de Trabajo del Gobierno vasco ha aprobado una nueva convocatoria de ayudas por valor de 1,2 millones de euros para 2024 con las que se apoyará la constitución de 134 contratos de relevo. Es esta una fórmula pensada para rejuvenecer plantillas que vivió sus años dorados antes de la crisis de 2008 y hoy en día venida a menos aunque sigue aplicándose en empresas industriales y administración.
Pese a estar lejos del alcance que tuvo hace 15 años (5.000 contratos en 2008) la figura del relevo venía mostrando una tímida recuperación desde el año de la pandemia pero en 2023 de nuevo vuelve a 'pinchar'. Las empresas vascas realizaron en 2022 algo más de 700 contrataciones de este tipo (no todas están subvencionadas), una cifra a la que no se va a llegar este año ya que apenas se alcanzan los 450 hasta octubre.
La realidad es que el contrato de relevo rema contra corriente por muchos motivos, el principal el rechazo que genera en instancias comunitarias soportar con fondos públicos el retiro anticipado de los trabajadores de más edad. Hace años que Bruselas tiene bajo la lupa un sistema que, aunque favorece la contratación estable, a cambio tiene un alto coste para las arcas públicas más aun teniendo en cuenta los problemas de sostenibilidad de las pensiones.
En 2013 el Gobierno central endureció los requisitos generales de este contrato, que mantiene en todo caso ciertos estímulos en el caso de la industria manufacturera que eso sí están pendientes de prórroga para 2024.
Más de 9.000 euros para mujeres
En Euskadi se ha venido tratando este asunto en la mesa del diálogo social para tratar de aportar un impulso extra, que se traduce en una partida de algo más de un millón de euros con bonificaciones de 8.400 euros por contrato. Como se recoge en la convocatoria de ayudas de cara a 2024, si el relevista (la persona que entra en la empresa) es una mujer la ayuda es de un 10% más, es decir, algo más de 9.000 euros.
La propia estimación de Trabajo sitúa en 134 los contratos que podrán apoyarse económicamente el año que viene, cifra eso sí abierta al volumen final de solicitudes. El relevista debe estar en situación de desempleo, con menos de 30 o más de 45 años, y además la empresa debe asumir el compromiso de hacerle indefinido de entrada o, cuanto menos, cuando el trabajador relevado se jubile definitivamente.
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