La empresa Automóviles Ría 2000 está tocada y hundida. Un auto dado a la luz por el Juzgado Mercantil número 3 de Bilbao ha decretado la quiebra voluntaria. Al mismo tiempo, acuerda abrir la fase de liquidación y declarar disuelta a la firma afectada.
En consecuencia, cesan los administradores José Miguel González Olaeta y José Manuel Bonilla González. De la gestión del expediente se encargará la economista Emma Virginia Rodríguez Pino.
Automóviles Ría 2000 echó a andar en el año 2001, como una sociedad anónima laboral. Así se mantuvo hasta 2017, cuando se transformó en una sociedad limitada corriente y moliente.
La compañía explotaba un taller de reparación de vehículos en avenida José Luis Goioaga número 15, del municipio de Erandio.
Más fracasos
Además de esta suspensión de pagos, los juzgados vascos tramitan dos fallidos menores. Uno es el Rejón Ferrero, de Güeñes, comercial de artículos de bisutería y otros complementos, dirigida por Oscar Rejón Jáuregui. El establecimiento estaba abierto en calle Gallarraga número 5, de la localidad de Sodupe, perteneciente al municipio de Güeñes. El balance presentado por Rejón Ferrero incluye cero euros de activo y 300.000 de pasivo.
El otro siniestro afecta a Distrisell Import-Export Distribution, con sede en calle Simón Bolivar número 7 de Bilbao. Comercia al por mayor con muebles y maquinaria de oficina. El único dueño del negocio es Roberto Urquijo Soto. La entidad ha solicitado al juzgado la liquidación de sus activos.