Euskadi sufre dificultades en el sector pesquero debido a la paralización estratégica destinada a proteger a los delfines durante su temporada de apareamiento, la cual se extenderá hasta el próximo 20 de febrero. Esta medida está generando pérdidas significativas para numerosos pescadores, quienes se ven afectados en su actividad económica. Ante esta situación, el ministro español de Agricultura y Pesca, Luis Planas, anunció el martes que los pescadores españoles perjudicados por el cierre de las aguas francesas en el Golfo de Bizkaia, decidido por París, recibirán compensaciones adecuadas.
"Nuestros pescadores, evidentemente, serán compensados adecuadamente, como lo han sido en el pasado en relación con situaciones similares", declaró Planas a su llegada a la reunión de ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea (UE) que se celebra hoy en Bruselas.
Precisó que serán compensados "aquellos que se vean afectados y no puedan continuar" con la actividad pesquera, ya que algunos pescadores "han buscado en otros caladeros la continuación de la actividad y otros no están afectados" por el cierre de esas aguas francesas, debido a las técnicas de pesca que utilizan.
Fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español indicaron a EFE que España aprobará ayudas próximamente y que hay que sacar antes las bases y la convocatoria. Detallaron que las ayudas serán del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA).
La semana pasada Francia extendió a los barcos de todas las naciones el cierre de las capturas a ciertos pesqueros en el golfo de Bizkaia entre el 22 de enero y el 20 de febrero para proteger a los delfines, en virtud de una medida de urgencia prevista en la política común sobre pesca.
Según indicó el pasado jueves el Ministerio francés de Transición Ecológica, los pesqueros que faenen en la zona en ese periodo en contra de esta norma se enfrentarán a sanciones judiciales y administrativas.
Para proteger a los cetáceos, el Gobierno francés adoptó esa restricción en sus aguas territoriales en el golfo de Bizkaia para las prácticas que pudieran dañar a esas especies durante un periodo de un mes. En concreto, la medida afecta a barcos con una eslora igual o superior a ocho metros y equipados con ciertos tipos de redes.
Preguntado por si el apoyo francés a los pescadores afectados podría ser más alto que el español, Planas dijo que "cuando alguien habla de ayudas, ustedes siempre cojan la declaración y después lo que se ha pagado". "A partir de ahí juzguen", dijo.
El ministro francés de Transición Ecológica, Christophe Béchu, aseguró la semana pasada a la televisión TF1 que las ayudas galas cubrirán entre el 80 % y el 85 % del volumen de negocio de los barcos de más de 8 metros de eslora.
El ministro español indicó hoy que la situación en las aguas francesas del Golfo de Bizkaia "es complicada" porque "efectivamente estamos con varamientos de cetáceos, de delfines, en las costas de Francia", en aguas de la zona económica exclusiva gala.
En esas aguas "hay aproximadamente unos 500 barcos" que pescan, de los que 41 tienen bandera española, de acuerdo con Planas.
Señaló que algunos barcos que faenan en esas aguas, "no todos", utilizaron dispositivos que emiten sonidos para ahuyentar a los delfines y evitar los varamientos, pero apuntó que esas medidas "no han tenido el resultado esperado". En consecuencia, Francia planteó el cierre de sus aguas del Golfo de Bizkaia.
Planas manifestó que el viernes pasado firmó "una orden para dar seguridad jurídica a nuestros pescadores".