Momentos antes de la inauguración del congreso europeo del sector eólico, WindEurope, que se celebra hasta el 22 de marzo en el BEC, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha expresado ante los medios su postura "absolutamente neutra" en la demanda que Iberdrola ha interpuesto contra Repsol en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Santander por "competencia desleal y publicidad engañosa", al considerar que ha incurrido en greenwashing o blanqueo ecológico.
Ribera considera "muy interesante ver cómo hay una demanda clara por parte de la sociedad europea de confianza, de ser claros", por lo que cree que es "relevante" que las empresas sean "exigentes" con la confianza requerida, y, en ese sentido, ha solicitado al CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, que continúe con la transformación de su compañía.
Defensa de la agenda verde
En sus declaraciones, ha apostado por seguir impulsando una agenda verde "que no lleve a la confusión", ya que detrás de ese planteamiento existe un "gran esfuerzo y un gran compromiso económico". Es por eso que pone en valor la necesidad de "que lo que se diga, lo que se anuncie, tenga una realidad detrás".
En este sentido, ha criticado que, durante los últimos años, han visto cómo han proliferado "los mensajes, los anuncios, la publicidad en torno a si un producto o un servicio es sostenible o es verde, y no siempre respondían a parámetros suficientemente claros y confiables".
La vicepresidenta ha añadido que eso ha llevado, por ejemplo, a que Reino Unido, prohibiera la emisión de publicidad de algunas compañías petroleras "por considerar que lo que estaban diciendo no se correspondía con una realidad verde detrás".
Según ha apuntado, eso ha derivado en que algunas asociaciones de consumidores y usuarios "reclamen mucho más claridad" y que la Comisión Europea proponga una directiva que regule el greenwashing, para que no exista publicidad engañosa que se presente como verde o sostenible y no lo sea.