La cooperativa Orona, fabricante de ascensores que salió de la Corporación Mondragon a finales de 2022, anota un primer ejercicio fuera de la órbita del gigante cooperativo con un aumento de los ingresos de más del 12% superando el listón de los 1.000 millones de euros.

En clara expansión, la empresa de elevadores guipuzcoana mantiene el rumbo a nivel de resultados pese a la crisis abierta con la cúpula de Mondragon y que desembocó en su salida del principal consorcio empresarial vasco junto con el Grupo Ulma hace algo más de un año.

En la asamblea general celebrada este viernes, los responsables de Orona explicaron que en 2023 la cooperativa ha alcanzado una cifra de negocio de 1.009 millones de euros, un 12,6% más respecto al ejercicio anterior, y ha elevado la plantilla hasta las 6.111 personas, una cifra que se ha incrementado por cuarto año consecutivo.

Además, ha tenido un "fuerte crecimiento" en su Ebitda que le ha llevado a 143 millones de euros superando los ejercicios anteriores y las inversiones en este ejercicio han sumado los 64,1 millones de euros.

Sede de Orona / EFE

Un contexto complejo

La competitividad seguirá teniendo un "rol fundamental" en su plan de negocio, además de la apuesta por la innovación y la transformación digital. La compañía destaca que "gracias a la capacidad de adaptación y respuesta del grupo, unido al esfuerzo del equipo humano, hemos sido capaces de culminar un ejercicio realmente excepcional que nos hace fuertes en un entorno cada vez más exigente".

Los buenos resultados se producen en ese sentido "en un complejo escenario mundial marcado por diversos conflictos y con la presencia de incertidumbres desde el punto de vista socioeconómico", destacan desde la cooperativa vasca, que sigue apuntalando su expansión en Europa.

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