La energía marina sigue en España en fase de laboratorio. Las grandes promotoras van acercándose con interés pero lo cierto es que falta aun un largo camino por recorrer tanto a nivel de tecnología como de regulación y burocracia. De ahí que, por ahora, la carrera entre comunidades autónomas esté muy centrada en la investigación, un ámbito en el que Euskadi cuenta con una de las plataformas de referencia como es Bimep.
La sociedad pública (participada EVE, del Gobierno vasco, e IDAE, del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico) cuenta con instalaciones en aguas de Armintza, en Lemoiz, y Mutriku y acoge en estos momentos uno de los proyectos más prometedores de eólica marina a nivel nacional como es Demosath, impulsado por Saitec. La ingeniería vizcaína busca hacer posible con su plataforma flotante la explotación a nivel comercial de la energía eólica en aguas del Cantábrico, demasiado profundas como para anclar aerogeneradores al fondo como se hace ya en otras zonas del mundo.
Por ahora Euskadi ha quedado fuera, entre otros por ese importante límite físico, del reparto por parte del Gobierno central de zonas aptas para la colocación de parques eólicos enfocados a hacer negocio, limitándose todo el entorno de Bimep en Armintza, al menos por ahora, a recibir parques llamados precomerciales, es decir, aun dentro de la fase experimental. El proyecto vasco de cabecera por ahora es el que desarrolla la propia Saitec y que constará de tres aerogeneradores en la costa vizcaína que se prevén estarán operativos entre finales de 2027 y 2028.
Por lo demás, hay otras ingenierías vascas que han apostado por la tecnología en torno a la eólica marina, caso de Sener, también enfocada en desarrollar plataformas específicas para aerogeneradores en el agua y que está inmersa en proyectos de nuevos parques offshore en Cataluña, Galicia y Canarias, complejos que se levantarán no antes de 2030.
Canarias y Cataluña, a la cabeza
Sener y Saitec son dos de las compañías ganadoras de fondos europeos en la primera convocatoria del programa de energías marinas Renmarinas dentro del Perte de energías renovables e hidrógeno. Euskadi saca una buena tajada de dicho reparto con, además de las ayudas para estas dos ingenierías, la estimación por parte del Gobierno central de proyectos de Bimep y Tecnalia. Además habría que sumar una quinta partida para la apuesta en torno a la energía de las olas de la australiana Carnegie. En total el País Vasco acoge programas subvencionados con cerca de 22 millones de euros, lejos en todo caso de las cifras que manejan Cataluña y Canarias.
Las islas atlánticas tienen el otro gran centro de investigación para energías marinas, Plocan (Plataforma Oceánica de Canarias), y suman ayudas con el programa Renmarinas de 47 millones de euros. Canarias acoge el mayor número de investigaciones en torno a las energías marinas (además de eólica offshore se subvenciona también tecnología de energía de las olas o fotovoltaica flotante), aunque la cantidad total de fondos europeos queda por debajo de la que recibe en la primera convocatoria Cataluña (55 millones), un territorio también bien posicionado de cara al despliegue de eólica marina. Canarias y Cataluña concentran así el 70% de los 147 millones repartidos por el Ministerio de Transición Ecológica.
Galicia, que está logrando construir una importante industria offshore y referencia en la costa cantábrica, recibe también en el entorno de 20 millones de euros y Asturias algo más de 2 millones, casi lo mismo que la Comunidad Valenciana. Hay otros dos proyectos en marcha con fondos europeos que no tienen aun localización definida.