Un estudio de la UPV/EHU concluye que las principales empresas energéticas ocultan casi la mitad de los daños que su actividad causa a la biodiversidad y, además, utilizan "estrategias de neutralización de la responsabilidad" en los casos de impacto negativo.
Un trabajo del grupo de investigación de la UPV/EHU sobre economía circular, desempeño empresarial y la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible ha puesto de manifiesto que las empresas energéticas ocultan el 47% de los daños a la biodiversidad derivados de su actividad.
Tal como ha explicado en un comunidado la Universidad del País Vasco, se han analizado 47 sucesos relacionados con las 30 principales empresas energéticas de la zona del euro (deforestaciones, electrocuciones de aves, destrucción de hábitats) y 22 de ellos ni siquiera se mencionan en sus informes de sostenibilidad.
"Las directivas europeas obligan a las grandes empresas a publicar documentos relacionados con el medio ambiente y la biodiversidad, pero no está totalmente definida la información que debe aparecer en ellos. Cada uno decide sobre qué aspectos hablar. Por lo tanto, actúan libremente y suavizan su imagen", afirma la autora del trabajo, Goizeder Blanco.
Solo el 23% de su actividad
De hecho, el estudio constata que las empresas energéticas "solo exponen claramente el 23% de las actividades que atentan contra la biodiversidad". Por otro lado, señala que también hay sucesos que se comunican de forma difusa. En 14 casos, en el 30% de los impactos negativos analizados, se ha detectado que las empresas utilizan "estrategias de neutralización de la responsabilidad".
Según Blanco, la técnica que más utilizan es la de destacar las ventajas y las acciones positivas: "Por ejemplo, algunos plantan palmas de aceite en zonas tropicales para producir biocombustibles, destruyendo de este modo ecosistemas autóctonos. En cambio, en los informes de sostenibilidad desvían la atención para suavizarlo. Subrayan que en otros territorios han plantado muchos árboles, y eso no soluciona la deforestación provocada por la empresa con las palmeras, entre otras cosas, porque las plantaciones se realizan muy lejos de la zona afectada", advierte.
En otras ocasiones, apunta que las empresas energéticas argumentan que "no está claro cuál es la causa del exterminio, o directamente culpan a otros actores, por ejemplo, a los proveedores".