El Banco Central Europeo (BCE) ha notificado a BBVA su decisión de no oposición a la toma de control de Banco Sabadell como resultado de la oferta pública de adquisición (OPA) que ha planteado, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La no oposición por parte de Fráncfort era uno de los hitos que tenía que lograr BBVA para poder ejecutar la OPA. Esta misma semana también recibió el visto bueno de los reguladores británicos de su control indirecto de TSB, que es filial de Sabadell.
De esta forma se despeja el camino para la que puede ser una de las operaciones corporativas del año y que generaría importantes movimientos en el mercado bancario español y europeo, si bien la fusión aun debe superar imporantes escollos incluyendo las reticencias mostradas hasta ahora por la cúpula de la entidad con orígenes en Cataluña (ahora la sede está en Alicante).
La unión entre BBVA y Sabadell sumaría unos 1.500 empleados en Euskadi, un volumen muy relevante que podría quedar mermado una vez se produzca la fusión. En ese sentido, ya se ha estimado en unas 300 las oficinas de BBVA sobrantes en España a raíz de la operación, si bien el número de cierres podría ser incluso mayor al sumarse la red de Sabadell, lo que tendrá importantes consecuencias en el empleo.