Ingeteam, Dominion y Velatia se apuntan a la carrera de los 600.000 cargadores eléctricos en 2035

Las dudas sobre cuál debe ser el vehículo del futuro siguen cobrándose víctimas. Ahora es Volkswagen, primer fabricante de Europa con marcas como Audi o Seat, el que anuncia recortes de producción y posibles despidos y cierres de factorías. Las consecuencias de un parón de esa magnitud en los ritmos del gigante alemán pueden ser muy graves para la industria de automoción vasca, que tiene eslabones importantes muy vinculados a la histórica firma con sede en Wolfsburgo (con fábrica en Pamplona).

No parece una tormenta más la generada en Alemania por los problemas de Volkswagen, que habrá que ver cómo termina perfilando ese plan de ajuste. Lo que sí es cierto es que las malas noticias en torno al futuro de la automoción caen ya como la lluvia fina, lo que por el peso del sector condiciona los números de casi todas las economías industrializadas. Y en esa lenta transición al coche eléctrico, que más allá de propuestas alternativas aun por madurar como el hidrógeno sigue siendo la única alternativa para salir de la encrucijada, cobra una relevancia vital el despliegue de una red de puntos de recarga a día de hoy muy insuficiente tanto en Euskadi como en el resto de España.

Y es que si los modelos eléctricos no terminan de atraer a los conductores es por su precio y por los largos tiempos de espera a los que obliga la recarga. En el primer caso se da por hecho que los avances tecnológicos irán poco a poco reduciendo los costes (la batería en estado sólido en la que trabaja Basquevolt puede ser un hito en ese camino) mientras que en el despliegue de 'tomas de corriente' está casi todo por hacer.

Y eso es, a la vez, una debilidad y una oportunidad. España cuenta ahora con algo más de 30.000 'gasolineras' para vehículos eléctricos (34.000 a cierre del primer semestre de 2024, según la asociación para el impulso del coche eléctrico Aedive), lejos ya de los 45.000 con que debería haber cerrado 2023 para cumplir los objetivos europeos y aun más de los 64.000 que calcula Anfac, la patronal de fabricantes, deberían estar operativos este próximo 31 de diciembre.

Eroski e Iberdrola instalarán mil puntos de recarga para vehículos eléctricos en su red de supermercados EROSKI

Un negocio creciente

Sí, también esta pieza del puzzle de la descarbonización tiene objetivos que cumplir ante Bruselas. La Unión Europea marca un máximo de kilómetros de distancia entre dos puntos de recarga y, en cifras brutas, pide tres millones y medio de cargadores en el continente para 2030. Hay que recordar además que, si no cambia la regulación, a partir de 2035 no se podrán vender vehículos de combustión.

Con esos patrones los compromisos obligan a contar con unos 300.000 puntos operativos en España al término de esta década para doblar la cifra hasta 600.000 para el año 2035. Es necesario un acelerón inmediato que, además, debe ir ligado a una mejora y adecuación de la red de distribución, otro de los grandes asuntos pendientes para hacer realista un nuevo modelo energético menos contaminante.

Punto de recarga de Ingeteam para Repsol null

Un despliegue acompañado de inversiones millonarias, hasta 330 millones solo en 2023 y eso pese a seguir lejos de los objetivos. Iberdrola, primer motor a nivel de grandes energéticas de la red de electrolineras en España, tiene una alianza con BP para invertir 1.000 millones de euros en miles de nuevos puntos públicos de recarga rápida y ultrarrápida en la península.

El CEO de Dominion, Mikel Barandiaran, durante la presentación de resultados de 2023. Dominion

Referencias en Euskadi

La ingeniería vasca Ingeteam trabaja en casi todos los frentes ligados a las renovables y la electrificación y está ya asentada también en el negocio de los puntos de recarga. Proveedor consolidado de Iberdrola o Repsol, el grupo con sede en el parque tecnológico de Zamudio tiene como principal mercado España, con un 70% del negocio, aunque ha dado pasos importantes también en Francia y, en menor medida, en Italia, Irlanda, Noruega y Reino Unido.

También busca 'conquistar' otros países europeos la bilbaína Dominion, otro de los actores clave en el despliegue de la red de puntos de recarga en España y que opera ya en países latinoamericanos. La compañía de Mikel Barandiaran y Antón Pradera se ha consolidado como socia de Endesa en la instalación de infraestructuras eléctricas en líneas de autobuses públicos en Barcelona o Madrid.

Un punto de recarga de Stratenergy, del grupo Velatia null

El grupo Velatia de Javier Ormazabal es otra firma de primer nivel en el negocio de la electricidad. Su pilar, Ormazabal, se dedica principalmente a la fabricación de celdas de distribución y vive un momento dulce gracias a la renovación y digitalización de redes para la conexión de nuevas fuentes renovables. El grupo está presente también en el mercado de los cargadores para vehículos a través de Stratenergy, especializada en la descabonización y mejora de la eficiencia de las operaciones de sus clientes, incluida la movilidad sostenible.