M. Aguirre
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La planta de combustibles sintéticos de Repsol es ya una realidad. La compañía de Josu Jon Imaz, está sumergida en un proceso de transición hacia una producción verde y ha elegido Bilbao, como ubicación para implantar la primera planta de combustibles sintéticos que tendrá en España.

Las obras, según detalló la compañía este viernes, arrancaron en septiembre en el Puerto de Bilbao, bajo el paraguas de socios como Eneagás, el EVE y Aramco. 

La planta, que estará concluida en 2026, irá alimentada por hidrógeno renovable producido por un electrolizador de 10 MW que también se debe construir y todo el proyecto supondrá una inversión de 160 millones de euros.

La capacidad de esta instalación demo será de aproximadamente 2.000 toneladas de combustibles sintéticos al año. Y es que la construcción de esta planta surge de la idea de que esta sirva de demostración de cara a proyectos futuros. 

Así, desde la compañía se ha asegurado que la planta demo de combustibles sintéticos "va a ser un hito muy importante" en la estrategia de descarbonización de la compañía porque va a ser "la primera" planta de combustibles sintéticos que tendrán en España.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz / ÁNGEL HERRERA - EFE

Plantas en Cartagena y Puertollano

Con el fin de cumplir con sus objetivos de producción de combustibles renovables, Repsol ya ha puesto en marcha en 2024 en Cartagena la primera planta de la Península Ibérica dedicada exclusivamente a la producción a gran escala de combustibles 100% renovables. Esta planta, que ha supuesto una inversión de 250 millones, cuenta con una capacidad para fabricar 250.000 toneladas anuales de bicombustibles de residuos.

La segunda planta de combustibles renovables se pondrá en marcha en 2026 en Puertollano, donde se van a invertir 120 millones en reconvertir una unidad del complejo industrial existente en esta zona. Además, Repsol se plantea replicar este modelo en un tercer centro industrial en España antes de 2030.

La instalación de Euskadi se sumará a las plantas de Cartagena y Puertollano, -ambas con capacidades industriales- en producir combustibles 100% renovables, aunque con la diferencia que la del Puerto de Bilbao será demostrativa y se centrará en producir combustibles sintéticos, mientras que en el caso de las otras dos serán biocombustibles.