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La compañía Atik Automotive, de Vitoria, instó concurso de acreedores el pasado verano y el juzgado mercantil número 7 nombró administradora concursal a la firma Tradensco Associates.

El fallido pone en peligro los 130 empleos de la compañía, que quedan sujetos al devenir del expediente judicial.

Sector de la automoción EFE

Factorías

Atik tiene a su cargo dos fábricas en Vitoria y Pamplona. Son especialistas en soldadura, estampación y transformación de tubos. También manufacturan chasis, cabinas, sistemas de escape, estructuras de asiento y airbags.

El balance Atik arroja patrimonio negativo como consecuencia de las pérdidas contabilizadas de forma consecutiva durante los últimos siete años, por importe total de 14 millones.

Fusión

Atik es producto de la integración de las plantas fabriles de las compañías Saljour y Polux. Su dueña en última instancia es la corporación Grupo Empresarial Alcor, de Vitoria, perteneciente a Gaizka Grajales.

Se da la circunstancia de que Atik fue rescatada por el Gobierno español en 2022 con un préstamo de 8 millones otorgado por el Fondo de Recapitalización de Empresas Afectadas por el Covid. Dichos recursos quedan ahora en entredicho y su recuperación se antoja muy complicada, dada la situación de insolvencia de Atik.

Entre los clientes de esta industria vasca son de citar multinacionales como BMW, Daimler, Faurecia, Ford, Iveco, Nissan, Renault y Volkswagen.

Ramificaciones catalanas

El fallido de Atik en Vitoria no se circunscribe solo a la propia empresa y a Euskadi, sino que sus derivaciones se extienden hasta Cataluña. La pasada semana entró en quiebra la sociedad de cartera Petra Minus Dad, domiciliada en el municipio barcelonés de Sant Cugat del Vallès.

Dicha entidad ha presentado ante el Juzgado Mercantil número 12 de la Ciudad Condal un balance carente de activos y una deuda de 2 millones. Dada la situación de ruina total los acreedores no podrán recuperar un céntimo.