Trump tapona un mercado clave y amenaza con alargar la crisis de la automoción vasca
- Los aranceles penalizarán las exportaciones de Mercedes y encarecerán la producción en México de Gestamp, CIE Automotive, Teknia o Fagor Ederlan
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Confirmada la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca regresan los aranceles a los titulares. En realidad nunca se han ido del todo porque la guerra comercial mundial ha seguido quemando etapas estos años pese a no estar alimentada por el ruido de fondo de Trump.
Lo que sí viene ahora es un acelerón en la ofensiva de Estados Unidos contra las importaciones que tendrá como enemigo principal a China pero afectará a todo el mundo, también en alguna medida a la economía vasca.
Un frente de batalla clave es la automoción. Europa acaba de aprobar recargos a las ventas de vehículos eléctricos chinos y la victoria electoral de Trump augura malas noticias en este apartado para la expansión de las marcas del gigante asiático, que eso sí seguro se cobrará su 'venganza'.
La primera reacción de los mercados a la victoria del multimillonario encumbra a Tesla, cuyo fundador Elon Musk ha venido mostrando abiertamente su apoyo al ganador en los últimos meses, a pesar de la peculiar visión de Trump sobre el cambio climático y su defensa abierta de los combustibles de origen fósil.
La cuestión es que Tesla lleva tiempo observando con preocupación el imparable avance de los competidores chinos, que encontrarían un cierto freno por la previsible nueva política económica de Estados Unidos.
Instalaciones en México
Las grandes empresas vascas pueden verse perjudicadas por los aranceles de Trump, en principio entre el 10 y el 20%, tanto por la exportación directa desde Euskadi como por la fabricación de productos en países de la zona y, por tanto, altamente dependientes de las compras de Estados Unidos, un gigante que produce más de 10 millones de vehículos al año y con un mercado algo menos agitado que el europeo por la incertidumbre regulatoria.
Lo normal es que las multinacionales con presencia en México dispongan también de instalaciones productivas en EEUU, para las que en principio se prevé un menor castigo más allá de tener que probar un mayor arraigo y contrataciones con proveedores del país.
Lo cierto es que la victoria de Trump no es una buena noticia para la automoción vasca, principal industria de Euskadi. Primero porque Mercedes Vitoria había encontrado en 2023 en el mercado estadounidense una buena solución para compensar la bajada de las potencias europeas, en especial Alemania.
Si bien en estos momentos la principal factoría de Euskadi atraviesa un periodo de transición camino de la nueva furgoneta eléctrica, lo cierto es que esta es una traba más para reactivar las ventas en un momento en el que el mercado europeo renquea.
CIE, Gestamp, Fagor Ederlan o Teknia
La ecuación es incluso más delicada para los dos gigantes de componentes, Gestamp y CIE Automotive, con unos 40.000 y 25.000 trabajadores en el mundo, respectivamente, y que ya se vieron en el ojo del huracán cuando Trump ganó por primera vez las elecciones.
Gestamp tiene en marcha un plan específico para relanzar la rentabilidad de su docena larga de plantas productivas en México y EEUU, que reportan casi una cuarta parte de la facturación. La multinacional de Francisco Riberas explica que la proyección del negocio Nafta evoluciona favorablemente en un contexto delicado para la automoción mundial y el triunfo de Trump puede lastrar esa recuperación.
CIE Automotive por su parte tiene incluso una mayor exposición a México, donde cuenta con una docena de factorías cuya producción va en parte destinada a Estados Unidos. Es cierto que, en el plano positivo, tanto CIE como Gestamp son proveedores asentados de Tesla, a priori ganadora en toda esta historia.
Pero el sector de automoción vasco va más allá de los dos gigantes. Como muestra, dos firmas con gran proyección internacional, quizá menos conocidas por no cotizar en Bolsa, y que también tienen mucho en juego en norteamérica. La cooperativa Fagor Ederlan, con 3.500 trabajadores, tiene dos plantas en México y una oficina comercial en EEUU mientras que Teknia, 3.000 trabajadores en total, cuenta con instalaciones productivas en ambos países.
Más gasto en aeroespacial y defensa
Al margen de la automoción, otras actividades en las que puede impactar la política de Trump son la energía, la máquina herramienta o el acero, si bien los fabricantes de tubos, Tubacex y en especial por su exposición Tubos Reunidos, pueden verse favorecidos por un nuevo tirón del oil&gas.
Habrá que ver cómo enfoca el que será nuevo presidente el asunto de los estímulos a las renovables y en concreto proyectos en marcha ligados por ejemplo a la captura e inyección de carbono.
Empresas vascas de negocios como el aeroespacial o la defensa se verán a priori favorecidas por las políticas de Trump.