Las antiguas cajas quieren atraer la sede y el centro de I+D a Euskadi para entrar en Talgo

Iniciado el tanteo entre José Antonio Jainaga y los actuales máximos accionistas de Talgo por ese 29,9% que pretende el industrial vasco, el resto de candidatos a hacerse con una parte del fabricante de trenes se mantienen a la espera de acontecimientos para dar un paso al frente.

Se trata principalmente de los gobienos de Imanol Pradales y Pedro Sánchez, que podrían tomar una participación vía Finkatuz y la Sepi, respectivamente, y en especial de las tres antiguas cajas de ahorro vascas BBK, Kutxa y Vital.

En la fundación bancaria alavesa hay una corriente de opinión favorable a acompañar a Jainaga en esta operación, si bien el asunto aun no ha sido tratado de forma oficial en los órganos de dirección de la entidad encabezada por Jon Urresti, según ha podido saber este periódico.

Todo apunta, sin embargo, a que sí hay en marcha conversaciones discretas entre los dirigentes de la antigua caja y el propio Jainaga, así como con el Ejecutivo de Pradales, de cara a asegurar que un futuro paso al frente tendría respaldo total y encajaría en esa intención de Vital de invertir para asegurar la continuidad de la actividad de Talgo y sus centenares de empleos en Rivabellosa.

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A la espera de BBK y Kutxa

La fundación alavesa espera que ese paso, en todo caso, se dé de la mano de BBK y Kutxa. Esa es la concepción del propio Javier de Andrés, líder del PP vasco, el primero en plantear públicamente una operación conjunta de las tres antiguas cajas de ahorros en Talgo.

Desde la vizcaína y la guipuzcoana, accionistas relevantes de la guipuzcoana CAF, no hay respuesta de momento a la espera de que conocer más información sobre los planes para Talgo.

Las dudas tienen su lógica toda vez que el fabricante de alta velocidad, además de compartir sector con CAF, es una empresa anclada en territorio alavés y con fuertes vínculos con Miranda de Ebro, donde reside una parte importante de la plantilla. De hecho ya han aparecido en prensa local informaciones relativas a una posible ampliación de las instalaciones en territorio burgalés.

Planta de Talgo en Rivabellosa (Álava) / IÑAKI BERASALUCE - EP

¿Qué tiene que pasar para que las antiguas cajas den luz verde a comprar un porcentaje de Talgo? Fuentes conocedoras del proceso apuntan como caballo de batalla a la reubicación de la sede social de la compañía en Euskadi, así como una especie de inversión simbólica en Rivabellosa a través por ejemplo de ese nuevo centro de I+D para la innovación en el ámbito ferroviario del que ya habló Magyar Vagon.

Sería una señal de compromiso con el territorio que justificaría la entrada de las fundaciones bancarias que, como se recordará, vienen recibiendo importantes inyecciones vía dividendos por los buenos resultados de Kutxabank.