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Hace poco más de dos semanas SATSE, Sindicato de Enfermería, ganaba las elecciones sindicales de Osakidetza. Lo hacía aumentando su representación en unos comicios sindicales que marcaban el inicio de una nueva época en la que el Servicio vasco de Salud se posiciona en el foco del punto de mira.

Este triunfo pone de manifiesto el peso de los sindicatos gremiales en Euskadi, no sólo en cuanto a representación, sino también en cuanto a afiliación. Y es que la mayoría de estas centrales sindicales han ido sumando afiliados en los últimos años frente a las de corte 'generalista', debido, según apuntan, “a una labor de representación más especializada”.

Sindicato de Enfermería, Satse Europa Press

Un 20% más en tres años

Satse es el ejemplo más cercano. El pasado 29 de noviembre, este sindicato ganaba las primeras elecciones sindicales de Osakidetza tras más de una década, con 89 delegados frente a los 78 que tenía anteriormente, y a los 81 delegados que consiguió ELA, el segundo sindicato con mayor representación. 

Este sindicato, que cuenta con representación en Atención Primaria, hospitales, clínicas, 112, centros sociosanitarios, etc. tiene presencia en toda España, aunque su peso en Euskadi es especialmente significativo. 

Y es que actualmente cuenta con 9.800 afiliados en el territorio -130.000 personas afiliadas a nivel nacional-. Desde el sindicato aseguran que el crecimiento en los últimos años, especialmente en los últimos tres, ha sido exponencial; llegando a aumentar alrededor de un 20% la afiliación desde 2021.

Concentración de Steilas, por la educación pública vasca Europa Press

6.500 afiliados

Contexto similar es el de Steilas, sindicato mayoritario en la Educación pública vasca que abarca desde las escuelas infantiles hasta la universidad y trabaja por una “educación pública y universal”. En 2016, contaban con 4.500 afiliados aproximadamente; en la actualidad cuentan con más de 6.500, esto supone un aumento del 44% en solo ocho años. 

De estos más de 6.500, 4.500 son afiliados de la educación pública, 600 de la privada, 350 pertenecen a educación especial, 250 a Haurreskolak Partzuergoan y otros 500 a la Universidad. 

Concentración que contó con la participación de Esan Europa Press

La Ertzaintza y sus sindicatos gremiales

El cuerpo vasco de Seguridad también cuenta con sus propios sindicatos que año a año ganan representación frente a las grandes centrales generales. De hecho, es especialmente llamativo el número de sindicatos diferentes que hay dentro de la propia Ertzaintza. 

Uno de ellos es ESAN, “el sindicato de referencia del colectivo de la policía en Euskadi”, que actualmente supera los 4.500 afiliados. Tal y como apuntan desde la central sindical, este crecimiento es debido a múltiples factores como “ser realistas, abandonando los populismos, e intentando siempre mejorar sus condiciones laborales”, “ser autónomos, solo nos debemos a nuestro colectivo, y nuestro día día es su defensa”, y el acompañamiento a los propios ertzainas y udaltzainas, “escuchándolos y atendiendo sus necesidades con una presencia de nuestros delegados semanalmente en todos los centros policiales”. 

Un número similar de afiliados tiene ERNE, con entre 4.000 y 4.500 afiliados, aseguran que, desde su creación hace 40 años, el crecimiento ha sido progresivo hasta llegar a ser el “sindicato mayoritario en la Ertzaintza” y ponen en valor su gran implantación en la policía local de los diferentes municipios vascos, que ronda el 25%

Desde Euspel, pese a no facilitar el dato, reconocen que han aumentado significativamente el número de asociados -que no afiliados, ya que en este caso son una Acción Sindical-, hasta el punto de, con solo 20 años de vida, “acercarse a los dos principales sindicatos no generalistas de la Ertzaintza. Además, desde hace unos pocos años, también tenemos asociados en las policías locales, donde también mantenemos nuestra tendencia de crecimiento y expansión”. 

Trabajador de Nervacero

Representación también en la Industria vasca 

Aunque este tipo de centrales sindicales son más habituales y están más presentes en el sector público vasco, en las propias fábricas vascas también han aparecido sindicatos independientes con el objetivo de dar una “representación más focalizada de los intereses y dificultades de dichas empresas en específico”. 

Ejemplo de ellas son Senda de Ugarte, sindicato de la planta de Basauri de Sidenor que en las pasadas elecciones sindicales consiguió tres delegados; o Leku en la planta de Nervacero, EHA en Ormazabal y STAT en Tubacex. Además de Coordinadora, el sindicato de trabajadores marítimos que, en el caso del Puerto de Bilbao, cuenta con ocho de los trece delegados del comité de la sociedad de estiba.

Todo ello son ejemplos de cómo este tipo de sindicatos y el tipo de representación está creciendo con el paso de los años, haciendo que estos se posicionen, en muchos casos, como la primera fuerza sindical en su sector.