Un buen mes de noviembre a nivel de tráficos impulsa el volumen total de mercancías en el Puerto de Bilbao hasta noviembre por encima de los 32 millones de toneladas, lo que supone un crecimiento del 5,7% respecto a 2023.
Tras un arranque de año excepcional por los graneles líquidos, petróleo y gas principalmente, el crecimiento del tráfico venía menguando a partir de la primavera, aunque de nuevo noviembre permite recuperar el pulso con mejorías en todos los tipos de mercancías.
El granel líquido, que depende sobre todo de Petronor y Bahía Bizkaia Gas, mejora más de un 6% en los once primeros meses del año y el granel sólido (agroalimentario, construcción...) casi un 10%, según datos de Puertos del Estado.
La mercancía general, como la vinculada a la siderurgia, repunta algo más del 2% hasta noviembre mientras que el contenedor suaviza la bajada del año gracias al buen resultado de este último mes.
El mejor dato lo deja la mercancía rodada (ro-ro), que crece más del 23%.
Cerca del récord
Con estos buenos números en noviembre y a falta de computar solo el último mes del año, es de esperar que el puerto que dirige Ricardo Barkala cierre el ejercicio en el entorno de los 35 millones de toneladas, cerca en todo caso del máximo histórico de 2018, que fueron 35,6 millones.
El ejercicio posterior, el último antes de la pandemia, el principal puerto vasco mantuvo prácticamente el volumen de mercancías movidas, también por encima de los 35 millones de toneladas, para caer ya por debajo de los 30 millones a causa del covid e iniciar la remontada a partir de 2021.
La infraestructura portuaria, con todo, sigue inmersa en la transición hacia tráficos más ligados a las renovables, en especial la eólica, aunque el peso principal de la 'cesta' sigue en manos de gas y petróleo.
En pleno proceso de electrificación de las instalaciones, como suele remarcar su presidente la apuesta de la Autoridad Portuaria es más la de servir de eje para el impulso renovable en Euskadi y no tanto priorizar los tráficos por su número de toneladas.
El Puerto de Pasaia, por su parte, pierde casi un 3% de los tráficos en los once primeros meses del año.