Basquevolt, AVS y el túnel del viento: Miñano luce sus joyas tecnológicas en el escaparate internacional
- La facturación de las 660 empresas que formaban parte del parque en 2023 creció un 14% hasta superar los 7.300 millones de euros
- Más información: El Gobierno vasco destina 123 millones a los parques tecnológicos, que ya están al 83% de ocupación
- ¿Por qué Vitoria es tan atractiva para las empresas?
El Parque Tecnológico de Miñano ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Desde su inauguración, en 1992, su ubicación óptima, las ventajas fiscales del territorio y la disponibilidad de suelo industrial han hecho que sean muchas las empresas que se han decantado por Álava como el territorio en el que instalarse.
Y lo han hecho hasta prácticamente dejar este enclave sin capacidad para acoger a ninguna compañía más. Tal y como hace unos meses el diputado general de Álava, Ramiro González, reconocía, Álava no pudo captar once empresas interesadas en instalarse en Miñano ante la falta de suelo industrial.
Y es que este parque es precisamente el que presenta mayor grado de ocupación: del 91%, frente al en torno a 80% que presentan sus homólogos. Pese a esto, no es ni de lejos el que mayor monto recibe de los presupuestos para este próximo año, ya que mientras que el parque alavés recibe 8.197.000 euros, los de Gipuzkoa y Bizkaia alcanzan los 26.091.000 euros y 35.430.000 euros, respectivamente.
Unas partidas que permitirán el desarrollo de nuevos proyectos, ya en marcha, en dichos parques y la reoptimización de suelo para ser capaces de acoger nuevas compañías. En el caso de Álava, todo ello, sin olvidarse de las ‘grandes joyas de Miñano’, compañías y proyectos que son referente en sus sectores.
Basquevolt y la revolución de la movilidad eléctrica
Es el buque insignia del Parque Tecnológico de Miñano, la gran apuesta desde que echó a andar, hace apenas un par de años. La instalación de su planta en este parque fue fruto de una inversión superior a los 100 millones de euros por parte del Gobierno vasco, un claro ejemplo del compromiso que Lakua tenía con este proyecto.
En la actualidad, el proyecto vasco liderado por Francisco Carranza introduce ya sus prototipos -esas primeras celdas de 20 amperios/hora lanzadas este mismo año- en el mercado de la mano de "actores estratégicos" en la movilidad eléctrica, pertenecientes tanto a la automoción como a la aeronáutica.
En sus dos primeros años de vida, la empresa, que cuenta en su accionariado con presencia de CIE Automotive, Iberdrola o Enagás, además del Gobierno vasco, ha conseguido un crecimiento exponencial y un posicionamiento como referente en el sector. Crecimiento que pretenden reforzar precisamente gracias al envío de esos prototipos a otros posibles clientes de cara a ir testando la acogida de los primeros prototipos por parte del mercado y limar errores.
Además, Basquevolt tiene pendiente la puesta en marcha de su planta piloto, una especie de fábrica en miniatura a la que seguirá, unos dos años más tarde, la gigafactoría para producir baterías a gran escala. Antes está previsto que el proyecto dé entrada a un nuevo socio para reforzar la capacidad inversora, un nuevo acompañante con capacidad de absorber una parte importante de la producción.
AVS y el lanzamiento de su primer satélite
La firma guipuzcoana Added Value Solutions, AVS, se instalaba en Miñano -en el conocido edificio Marie Curie- a finales de 2021 con el objetivo de expandir su producción aeroespacial a otros territorios.
Y es que, a pesar de que la compañía -que nació en Elgoibar en 2006, y a día de hoy ya suma alrededor de 200 trabajadores, con Miguel Ángel Carranza como CEO- ha instalado en Vitoria su centro de mando para todos los proyectos relacionados con el espacio; suma sedes en otros territorios como Elgoibar, Sevilla, Madrid, Canarias, e incluso Francia, Inglaterra y Estados Unidos.
Así, desde Miñano la ingeniera ha creado y desarrollado el primer satélite completamente vasco, LUR-1, lanzado el pasado julio con el objetivo de observar y fotografiar la Tierra y poner en marcha una innovadora tecnología cuántica que permitirá poder establecer comunicaciones 100% seguras, algo que a día de hoy premia entre las empresas e instituciones referentes.
Un hito en el sector espacial vasco que ha supuesto el comienzo de un proyecto mucho más ambicioso para la firma, que tiene planeado lanzar otros tres satélites en los próximos doce meses, el último de ellos desde Escocia en julio de 2025.
El túnel del viento
Junto a AVS, en el mismo edificio, se ubica el famoso túnel del viento, la pieza estrella del proyecto vasco de Fórmula 1, Épsilon Euskadi, que fracasó dejando una deuda histórica de más de 16 millones de euros en ayudas públicas perdidas y una factura de otros 16 millones que debe pagar el Ejecutivo por avalar un crédito fallido para el proyecto con sus propias instalaciones. En total, cargas que suponen un pago anual de 1 millón de euros hasta 2032.
Desde entonces, el túnel del viento se había utilizado en contadas ocasiones para rodar algunas películas, para la presentación del balón de La Liga o para realizar pruebas de aerodinámica en ciclistas… Hasta hace un par de años.
Y es que tras más de una década con este túnel en desuso -después que la escudería quebrase en 2012-, este volvía a su uso alquilado por el CTA, el Centro de Tecnologías Aeronáuticas, compuesto por las principales empresas vascas del sector: ITP, Aernnova y Sener, además del Gobierno vasco y de las diputaciones de Bizkaia y Álava.
Miñano crece y expande su reconocimiento con ‘joyas’ como estas, hasta conseguir, según los últimos datos, que la facturación de las 660 empresas que formaban parte del parque en 2023 creció un 14% hasta superar los 7.300 millones de euros -901 millones de euros más-.